Acostumbrados a leer que Los Simpson ha predicho esto o aquello, precisamente una serie española, La Valla (The Good Mood), se adelantaba unos meses a la llegada del coronavirus a España vaticinando que un virus proliferaría en el mundo en 2020 y que terminaría convirtiendo a las democracias occidentales en regímenes dictatoriales.

Una idea tras la que está Daniel Écija, uno de los creadores más importantes y prolíficos de nuestra televisión y al que le debemos series como Médico de Familia, Periodistas, Un paso adelante, 7 vidas, Los hombres de Paco, El Internado, Águila Roja o Estoy vivo.

'La Valla' es una serie que intenta hablar de la memoria, de no perderla

"Siempre nos ha preocupado hacer series diferentes y arriesgadas y Antena 3 nos dio esa oportunidad. A partir de ahí nos documentamos y, cuando hicimos la apuesta de hacer una serie sobre el futuro, estudiamos cuáles eran las grandes amenazas y qué parecía que podría ocurrir. La mala noticia es que una de esas amenazas ha ocurrido. Ojalá no estuviéramos hablando de esta profecía", explica Écija a BLUPER.

Para ello quiso revivir las pesadillas de habían azotado al mundo en el siglo XX. "Esto es una de las cosas que tenía claro: jugar con el recuerdo en una serie del futuro. Es una serie que intenta hablar de la memoria, de no perderla. Es algo que me inquieta, el no parar y recordar y tratar de no repetir errores. Me da pánico que podamos olvidar. Deberíamos haber aprendido mucho de los conflictos que ha habido en los últimos tiempos y no repetirlos".

Y al igual que en series como Vis a vis y La Casa de Papel, que marcaron un punto de inflexión en nuestra ficción, la estética era muy importante para impactar al espectador. Por eso, Écija y su equipo sabían qué imágenes o edificios de ese distópico futuro había que mostrar para remover conciencias.

"Había que mostrar grandes iconos del desarrollo erosionados y golpeados. Como imagen creo que era tremendamente significativo. Y ver el Parlamento devastado, por ejemplo, decía mucho sobre la democracia. En ese prólogo largo del piloto queríamos contar que nos encontrábamos con una ciudad devastada y mostrar por donde iba a ir la serie", explica.

La fórmula que les hizo grandes

Y todo ello bajo la fórmula que hizo grande a Globomedia, la productora que creó junto a Emilio Aragón en los 90, de mezclar costumbrismo y ciencia ficción o fantasía. "Entiendo que siempre hay que buscar cuál es el camino corto, la fórmula. Pero yo trabajo desde las entrañas. Es verdad que cuando ves determinados trabajos míos puedes encontrar puntos en común, cuáles son mis inquietudes, qué me preocupa, qué me conmueve. Y en esta serie hablo de la inmigración, de la familia, de la pérdida, del pánico en la juventud...

No es una fórmula, es una forma de vivir y de sentir

"Yo soy muy cálido, muy poco individualista, muy poco independiente... Y mis series son series que tienen que ver con la coralidad, con la emoción... Pero, porque creo que es lo que ocurre en la sociedad. Son series en las que conviven mayores con pequeños. Y eso tiene que ver con la forma que entiendo la vida: me gusta tener mi casa llena de gente, tengo esa cosa tan mediterránea de convivir con mis hijos, mis parejas, mis exparejas, mis padres... No es una fórmula, es una forma de vivir y de sentir", confiesa.

Una forma que también comparte Álex Pina, el creador de La Casa de Papel, y con quién comparte autoría de exitosos títulos como Los Hombres de Paco o Los Serrano. "Es que la forma que tenemos de vivir y sentir en España tiene muy buen recibimiento en el mundo. Efectivamente en nuestra sociedad somos muy cálidos y produce una extraordinaria satisfacción contar series que son tan emocionantes. Porque la palabra que resume todo es la emoción".

Las series familiares, de moda

"Pero, ojo, es muy difícil hacer series cálidas porque hay que tener una extraordinaria sensibilidad para contar cosas. Y es que, a la vez que hablas de la amistad, el compromiso, los valores, tienes que tener una trama thriller. Desde este país se cuenta muy bien. Nuestra cultura, nuestras costumbres, son una pasaporte extraordinario para hablar. Por eso creo que la palabra costumbrismo la tenemos que poner con mayúsculas", defiende el creador.

La palabra costumbrismo la tenemos que poner con mayúsculas

Y apunta. "Durante demasiado tiempo algunos han admirado ficciones que venían de fuera y les ha sorprendido el éxito de la nuestra. Pero es que nuestras costumbres, nuestra cultura, gusta fuera de España. Qué bien hablar de nuestra cultura y de nuestras costumbres", sentencia.

De hecho, en España actualmente triunfa una serie cálida como Mujer y en Estados Unidos se han puesto de moda las series familiares. "This is us, Modern Family... Pero es que Years and Years es de gente que se quieren, de hermanos y de madre... Y casualmente Sucession es una serie sobre hijos que nadie les quiso. Y habla de algo vital para el ser humano, de sus primeros años, de cómo ha sido criado y cuidado... El pasaporte al éxito tiene que ver con la emoción y de eso hace muchos que sabemos en este país. Nosotros empezamos con esto en los 90".