Desde hace unas semanas, el chef Sergi Arola ha vuelto a la televisión nacional gracias al universo Sálvame. El catalán es junto a Begoña Rodrigo uno de los encargados de enseñar los secretos de la cocina al os tertulianos del programa, que cada viernes se enfrentan en La última cena, un nuevo concurso gastronómico que Telecinco se sacó de la chistera para hacer frente (y con éxito) a las reposiciones de Tu cara me suena.

A pesar de que lo suyo sean los fogones, Sergi Arola está muy familiarizado con la pequeña pantalla; hace unos años ya lo vimos en Telecinco como mentor de uno de los equipos de Esta cocina es un infierno. Y hace solo unos meses también estuvo al frente de El discípulo del Chef, un formato original de The Mediapro Studio y Turner Latin América, que se pudo ver en Chilevisión.

El discípulo del Chef

Este programa, que de momento no ha llegado a España, se estrenó el 6 de octubre y supone un punto de inflexión en los espacios dedicados a la cocina en televisión, ya que en este caso tres grandes cocineros de fama internacional no sólo actúan como jueces de las creaciones de los aspirantes a cocineros, sino que compiten junto a ellos con la misión de encontrar al mejor aprendiz de cocina del país.

Junto a Arola estaban el franco chileno Yann Yvin y el italiano Ennio Carota, que guiaron a 24 aspirantes que aspiran a alzarse con el triunfo final. Desde Tirmer Latin America señalaron entonces que El Discípulo del Chef “rompe las bases tradicionales de los programas de cocina vistos hasta ahora en televisión y ofrece una alternativa de entretenimiento apta para todos incluidos aquellos a los que prefieren comer que cocinar”.

Como curiosidad, fue Miel Blanca, del equipo del italiano Ennio Carota, quien finalmente se alzó con la victoria de este nuevo concurso culinario.

Sabotaje en la cocina

Si seguimos hablando de formatos de cocina que todavía no han tenido una réplica en España, merece la pena destacar Cutthroat Kitchen, cuya versión original sí que se ha podido ver en Energy o Canal Cocina bajo el título de Sabotaje en la cocina.

En este concurso, cuatro chefs reciben 25.000, el premio al que pueden optar; no obstante, pueden pujar parte del dinero de su premio a cambio de sabotear a sus compañeros, por ejemplo, haciéndoles que cocinen con un camping gas o una plancha de cocina en lugar de una vitrocerámica, que sustituyan sus productos frescos por otros en lata o congelados, o impedir a los rivales utilizar utensilios de cocina de lo más esenciales.

El vencedor de cada entrega se llevará el dinero que haya logrado conservar de los citados 25.000 dólares. En estos momentos lleva diez ediciones emitidas.

El gran premio de la cocina

Otro formato que ya lleva años consolidado es el reality gastronómico de El gran premio de la cocina, que hace escasos días celebró la gran final de su séptima edición. Se trata de un concurso argentino, en el que 16 cocineros se enfrentan primero de forma grupal y más tarde individual para demostrar su gran destreza e inventiva en los fogones.

Si en Nailed It! tenemos el gorro dorado como símbolo del buen trabajo, aquí los aspirantes ganan un tenedor dorado; acumular estos galardones será la única forma de conseguir un puesto en la final y lograr el premio de 400.000 pesos, algo más de 5.100 euros al cambio.

Chopped

Podemos cerrar esta lista de formatos de cocina que todavía no se han adaptado en España con Chopped, bautizado como Trinchado en sus emisiones en BeMad. Se trata de un concurso en el que Ted Allen nos presenta a cuatro chefs deben ingeniárselas para preparar un aperitivo, un plato principal y un postre. Sus sofisticadas y modernas creaciones serán evaluadas por un jurado de expertos.

Este concurso es conocido por el lenguaje grosero de sus participantes, y porque en las cestas se encuentran ingredientes extraños que deben incorporar a sus platos (y que a veces dan asco a los propios jueces). Ya ha contado con 21 temporadas desde 2007, además de algún programa derivado y reuniones de campeones.