Esta domingo, Atresplayer PREMIUM estrena el primer episodio de Veneno, la serie que retratará la vida de Cristina Ortiz, La Veneno. Una producción que va a suponer un paso hacia adelante en la ficción española, al contar con numerosas actrices transexuales en su elenco.

Como ya sabemos, Isabel Torres, Daniela Santiago y Jedet son las protagonistas de la producción, y darán vida a Cristina en tres etapas diferentes de su vida. Además, junto a ellas estarán Lola Rodríguez como Valeria, la periodista que escribió las memorias de La Veneno, así como Laura Corbacho, Desirée Rodríguez o Paca La Piraña, esta última, interpretándose a sí misma.

Fotagalería de 'Veneno'

Hasta que los Javis pusieron en marcha Veneno, nunca se había hecho en nuestra televisión un trabajo tan minucioso para representar la vida de una persona transexual. Y no sólo eso, sino que se da voz (y trabajo) a artistas que por su condición de trans estaban abocadas a papeles secundarios, muchas veces caricaturescos o cómicos. El trabajo de Jedet, Paca y compañía dará a la ficción una seriedad diferente a cualquiera que hayamos visto hasta la fecha.

Veneno romperá estigmas al enseñarnos la historia de una mujer mediática cuya transexualidad es un aspecto innegable de su vidas, pero las aventuras que vivirá no se centran sólo en esta faceta. También sufren, aman, tienen que ir a trabajar, quieren reírse, y necesitan que alguien escuche sus historias. Descubriremos su humanidad, más allá de su género.

Daniela Santiago en 'Veneno'

Laura Corbacho ya lo explicó en ‘Paquita Salas’

Pocas actrices transexuales han tenido papeles protagonistas en series o películas españolas. Habitualmente, son actores cisgénero (no transexuales) quienes encarnan a este tipo de personajes y, si hay que darle autenticidad a la situación, sí que se utiliza a artistas trans para estar a su alrededor, como respaldo.

La incursión en el mercado laboral de las personas trans es difícil, y en la interpretación, también

En ese sentido, merece la pena recordar cómo en la temporada 3 de Paquita Salas Lidia San José se prepara para hacer de hombre trans en una producción y, cuando se cruza con Laura Corbacho, actriz trans, ésta marca un monólogo en el que deja claro por qué molesta este tipo de situación.

“No tenéis ni puta idea de lo que es ser trans. ¿Sabes durante cuántos años he estudiado interpretación? Diez años. ¿Sabes cuántos castings he hecho? Uno. Y fue para hacer de puta, trans y figurante”. Queda clara que la incursión laboral de las personas trans es difícil, y que en el mundo del arte dramático no lo es menos.

Abril Zamora en 'Vis a vis'

‘Vis a vis’ y ‘El síndrome de Ulises’, honrosas excepciones

Uno de los primeros personajes trans de la televisión (si es que no fue el pionero) lo vimos dentro del programa de la NBC La hora de Alfred Hitchcock, en 1965. En su capítulo ‘Una ventana mal cerrada’,el espectador presenciaba una serie de asesinatos a enfermeras, para descubrir más tarde que los crímenes los comete una mujer trans.

Durante años, en el cine se vio a personajes transexuales o travestidos (se solía mezclar ambos conceptos) como seres enfermos o pervertidos, u objetos de oscuras pasiones fetichistas. Y cuando no, eran el centro de chistes y burlas por su identidad, su nombre de nacimiento, o sus profesiones del pasado.

Valeria Vegas (la autora de las memorias de La Veneno en las que se basa la serie de Los Javis) analiza en su libro Vestidas de azul la figura de la mujer transexual en la transición española, y señala Platos Rotos como la primera serie nacional en la que hubo un personaje trans, en el año 1985. En ella, una herosa mujer habla de su pasado como camionero.

En 1985 apareció el primer personaje trans de la televisión española

Ese mismo año, en la serie Página de sucesos se retrató del asesinato de una mujer trans a manos de su amante, un hombre casado que no quería que el idilio se hiciese público. En la serie Tristeza de amor, en 1986, una mujer trans se reúne con su familia, y aunque su madre acepta su identidad, su padre la rechaza.

Como ya analizamos, en Farmacia de guardia, Aquí no hay quien viva, Bienvenidos al Lolita o Anclados también vimos personajes transexuales, pero generalmente eran la diana de comentarios hirientes, y siempre encarnadas por mujeres cisgénero o por hombres travestidos. En el mejor de los casos tenemos Cuéntame, que recurrió a la trama (un tanto manida) del “hombre engañado”, que descubre que su amada fue reconocida con sexo masculino al nacer. 

Vis a vis y El síndrome de Ulises han sido de las pocas producciones nacionales en las que una actriz trans ha tenido un papel secundario recurrente no basado en el humor o en estereotipos.

Así, en la cárcel del Cruz del Norte conocimos a Luna (Abril Zamora), una joven que acabó entre rejas por su adicción a la droga. En Ulises, Carla Antonelli encarnó a la dueña de un bar que tiene adoptado una hija con discapacidad. Posiblemente, el hecho de que ambas artistas fuesen transexuales dotó de gran profundidad y humanidad a ambos personajes.

En ese sentido, también es de justicia hacer una mención a Terror y feria, de Flooxer, en la que el espíritu de una mujer  transexual (de nuevo, Laura Corbacho) se aparece a la que fue su compañera de cabaret para que vengue su muerte, invitando a la reflexión sobre lo poco se habla en los medios de los crímenes cometidos por transfobia.