El fin de la etapa de instituto, el paso hacia la madurez, qué hacer en el futuro… Éstos son algunos de los temas a los que, tarde o temprano, cualquier joven se tiene que enfrentar y, por tanto, las series protagonizadas por ellos también.

Élite se estrenó hace ya casi dos años, en octubre de 2018, y desde el principio se convirtió en todo un fenómeno entre los adolescentes. Pero, como ocurre con todas las series de este tipo, los personajes se han hecho mayores y llega el momento de decirles adiós.

En esta nueva temporada se pondrá fin a la trama de misterio

Esta tercera temporada llega como un fin de ciclo, en el que, tal y como nos contaron sus creadores, “se pondrá fin a la trama de misterio” que se inició en la primera temporada. Por tanto, los jóvenes se tendrán que enfrentar a su futuro, no sin antes arreglar su tormentoso pasado.

La temporada se inicia con una muerte importante (no es spoiler, la propia serie lo anuncia en el tráiler) que será el eje central de la temporada. Así, todos los chicos serán sospechosos de lo ocurrido.

Una temporada con una estructura muy similar a las anteriores, en la que a través de flashbacks en el interrogatorio que la inspectora realiza a los protagonistas, se irá descubriendo cómo ha ocurrido todo hasta llegar a este impactante final. Se repite, por tanto, el mismo esquema que se siguió en la primera temporada con la muerte de Marina. 

Aquí encontramos uno de los problemas de la temporada: Élite comienza a ser demasiado reiterativa. Hay cierta sensación viendo la serie de que no es capaz de ofrecer nada novedoso y que esta tercera temporada va a ser un mero trámite para cerrar tramas.

Tal y como dicen los creadores, efectivamente el argumento actual no da más de sí. Pero quizás el mundo que plantea Élite sí sea tan rico como para poder lanzar nuevas temporadas, aunque sea con caras nuevas.

La venganza, late motiv de la temporada

Otro de los puntos clave de esta temporada será la sed de venganza. Una vez descubierto quién es el asesino de Marina, la mayor parte del grupo, pero Guzmán especialmente, quieren que Polo pague por la muerte de su amiga y hermana, y harán todo lo posible para conseguirlo. Junto a la búsqueda de un futuro, éste será uno de los late motiv de la temporada y además, uno de los elementos más interesantes.

Tal y como reza el eslógan de la temporada, "juntos hasta la muerte", en esta temporada veremos como la sensación de unión es más grande que nunca. Para bien o para mal, el grupo tendrá que ir de la mano para tomar decisiones mucho más duras, enfrentase al final de su vida escolar y llegar al final de esa tragedia que les une. 

Sigue siendo uno de los guilty pleasures más irresistibles de la ficción española

Para animar el cotarro, la serie cuenta con dos nuevas incorporaciones: Yeray (Sergio Momo) y Malick (Leïti Sène). No parece que estos nuevos personajes vayan a tener el peso que si tuvieran el año pasado las tres nuevas incorporaciones. Su presencia, al menos en los primeros episodios, es meramente anecdótica y la intención es que revuelvan las tramas ya existentes, mezclándose con los protagonistas, pero sin crear tramas propias para ellos.

Élite jamás ha pretendido ser más que un producto de rápido consumo, y se sigue notando en esta tercera etapa. A cambio de guiones algo pobres y de tramas a veces demasiado inverosímiles, tenemos escenas trepidantes con personajes muy bien construidos. No, con esta temporada tampoco vas a poder despegar la vista de la pantalla. 

En definitiva, la serie de Netflix sigue siendo una de las más entretenidas del panorama actual. Sea como sea su futuro, con cambio de casting o no, Élite despedirá este ciclo como uno de los grandes éxitos de los últimos años y como uno de los guilty pleasures más irresistibles de la ficción española