La expansión del coronavirus en España no para de acelerar. Por todo ello, además de pedir la cuarentena a los habitantes, el país ha decidido cerrar los centros de ocio y las áreas comerciales, a excepción de las destinadas a productos de primera necesidad. El presidente de Cataluña, Quim Torra, ha ido más allá, y ha anunciado el confinamiento de su comunidad para frenar la pandemia.

Todos los programas de televisión están sufriendo muchos cambios por esta crisis: los formatos en directo han empezado a prescindir del público, aumentan las ausencias de colaboradores, ha habido modificaciones en los contenidos… En realities como Supervivientes, al encontrarse los concursantes en Honduras, están teniendo complicaciones a la hora de traer de vuelta a los expulsados. Y algo similar podría suceder con Operación Triunfo 2020.

Mientras la preocupación por la pandemia aumenta cada día que pasa, en la Academia hay 9 personas que viven felices ajenas al coronavirus y a una realidad a la que tendrán que enfrentarse de sopetón cuando salgan del concurso. Los triunfitos saben lo justo respecto al tema debido a que en las firmas de discos y en las últimas galas les prohibieron tener contacto con sus seguidores, y a la reciente ausencia de Capde, su profesor de lenguaje musical, por encontrarse mal.

“Saben que pasa algo, pero no son conscientes. Explicarles más allá, cuando esto va día a día y van pasando tantas cosas tampoco les beneficia porque ellos se comen mucho la cabeza y es innecesario meterles más presión de la que tienen", declara Noemí Galera.

Además, la directora de la Academia ha confirmado que ya les avisaron de que, a partir de ahora, debido a la gravedad de la situación, ni los profesores ni los invitados podrán tener contacto físico con ellos, a pesar de que “son mucho de abrazarse”. De igual manera han decidido informarles el sábado en el ensayo de plató, antes de la gala, que el domingo se celebrará el primer programa de OT sin público.

Pero, un nuevo problema se avecina al programa presentado por Roberto Leal. Tras la petición de Torra de restringir las entradas y salidas de Cataluña, el expulsado de la gala del domingo podría tener dificultades para volver con su familia y no podrá recibir a ninguno de sus seres queridos, como es costumbre en la gala cuando se encuentran en la cuerda floja.

Los dos nominados tienen sus casas fuera de Barcelona, donde se encuentra la Academia. Hugo vive en Córdoba y Gérard en Sevilla. Sea quien sea el más votado para abandonar el concurso, se encontrará con un gran golpe de realidad.

Una opción que no se baraja es la posibilidad de que el expulsado se mantenga aislado en la Academia, pero alejado del resto de concursantes, ya que esto podría causar un revuelo por parte de los seguidores de OT 2020 y la alteración del formato.

No obstante, a pesar de ser la solución más factible, no será lo mejor para que el concursante supere el impacto, ya que encerrarle solo en una habitación después de todo lo vivido puede resultarle muy perjudicial mentalmente. Aunque todo parecen inconvenientes, los productores del programa tendrán que tomar una decisión en las próximas horas.