Este viernes, Cuatro estrenaba El debate de las tentaciones, un formato en el que colaboradores como Suso Álvarez, Ylenia Padilla o Sofía Suescun comentaban todo lo que sucedía en el reality de Mediaset. Entre esos colaboradores había una debutante Alejandra Rubio, hija de Terelu Campos, que a pesar de estar habituada a las cámaras y contar con un canal en Mtmad, no se soltó la melena en el plató.

Las intervenciones de Alejandra fueron escasas durante el espacio, y las pocas declaraciones interesantes que dejó fue porque Sandra Barneda se acercó a ella para preguntarle.

En ese sentido, explicó que si ella participase en La isla de las tentaciones, “si hay una persona que realmente me gusta y me atrae y me gustaría darle un beso y realmente quisiera estar con él, ya no me gustaría mi pareja. Aguantaría por respeto y obviamente no estaría enamorada si me pasaría eso. No haría lo que no me gustaría que me hiciesen y yo no podría ver esa situación en mi pareja”. Además, apuntó que, bajo su criterio, “Fani es un poco egoísta, no puedes hacer lo que le pides a tu pareja que no haga”.

En las redes sociales, muchos seguidores del formato criticaron su fichaje, alegando que cuenta con un importante “enchufe” por ser hija y nieta de quien es, y hasta preguntaban que cuánto cobra por estar en silencio en el plató.

Este mismo viernes, además, conocíamos en Sálvame que Alejandra tiene otro proyecto entre manos, y en el que estará junto a Mila Ximénez. "Es un proyecto muy importante que saldrá a final de mes y vamos a coincidir pero yo no lo he pedido. No es un proyecto televisivo", señaló Mila al respecto. 

El padre Apeles, un fichaje sorpresa

El debate de las tentaciones sorprendió al tener como comentarista, además de a los citados rostros habituales de Mediaset, al padre Apeles, sacerdote que se hizo muy popular en la tele de los 90 gracias a programas de debate como Moros y Cristianos, y al que debemos la existencia mediática de Yola Berrocal, con la que presuntamente tuvo un idilio.

José-Apeles Santolaria de Puey y Cruells, su nombre completo, valoró las posibles infidelidades de las parejas protagonistas. “Es una pandilla de gente muy inmadura que viven solo por sus sentimientos” afirmó sobre los concursantes, y destacó que bajo su punto de vista los más nobles son José y Adelina.