Omander, la pareja que unía a los personajes de Omar y Ander, se convirtió en una de las relaciones más aclamadas por la audiencia en la primera temporada de Élite. Ahora, en la recientemente estrenada segunda temporada, los problemas han empezado a aflorar entre ambos.

¿Cómo ven Omar Ayuso y Arón Piper, los actores que interpretan a estos personajes, su relación? ¿Cómo creen que acabará? ¿Cómo creen que ha sido recibida su relación por la audiencia? ¿Cómo afrontan la fama? A estas y otras preguntas han contestado en una entrevista con BLUPER.

¿Habéis hecho un trabajo previo para que haya química en pantalla?

Omar Ayuso. No es por echarnos flores encima, pero sí que es verdad que desde el casting número uno ha habido una química brutal en pantalla y todo el mundo se sorprendió. Y luego ha habido dos meses de ensayos. Luego hubo un día que quedamos para ver Call me by your name como forma de inspiración para la relación, que luego tampoco aplicamos nada.

Arón Piper. Nos flipó la película.

He recibido más ataques homófobos a nivel personal que por el personaje

¿Es la homosexualidad el conflicto al que se enfrentan vuestros personajes?

Omar: No. Mi conflicto no es la homosexualidad. Los conflictos son otros. Carla tiene el conflicto de su padre, que es económico, y yo tengo el de los míos que es religioso y cultural. 

Arón: Eso es lo bueno, que está normalizado. Somos la pareja gay de Élite, pero no está tratado así. 

¿Habéis recibido ataques homófobos por vuestros personajes?

Omar: Casi nada, quizá más por lo de ser moro. He recibido ataques homófobos a nivel personal. Creo que en España la audiencia está más educada. El fenómeno fan no es tan heavy como en algunos países de Latinoamérica. Allí quizá es más obsesivo. Aquí se distingue muy bien actor de personaje. 

Arón: Yo ninguno. De hecho, vengo de un pueblo pequeño pegado a Galicia en el que habrá un gay o dos fuera del armario y sorprendentemente ha sido guay. 

Ha habido varias series de jóvenes este año. ¿Qué destacáis de Élite? ¿Representa a la juventud? ¿Se tratan todos los temas que se quieren tratar? ¿Hay tabúes?

Arón: A partir de la segunda hemos querido ampliar un poco el target. Ya no estamos con los uniformes sino que vamos de calle. La temporada es más thriller. Y al final somos jovenes de 17 años, pero que parece que tenemos problemas que puede entender cualquiera.

Omar: No he visto ninguna serie juvenil este año. 

¿No te interesan?

Omar: Cero.

¿Y Élite la has visto?

Omar. Hombre, claro, porque soy yo (Risas). Sí que me interesan, pero me interesan más otras cosas. 

Me encantaría que lo dejaran, se hicieran mejores amigos, vivieran juntos y abrieran juntos el Grindr

En la primera temporada por ejemplo hablasteis abiertamente del VIH, ¿qué pasó dais en esta segunda temporada?

Omar: Hay una cosa muy interesante y que me gustó cuando lo leí: la gente tenía muy idealizada la relación de Omar y Ander porque era muy bonita y, cuando están juntos, aparece un problema que se llama plumofobia y está bien que se hable de ello. La gente se piensa que eso no existe y se ve cómo dentro del colectivo se genera una plumofobia con una persona a la que quieres porque esa persona de repente tiene pluma. Es interesante hablar de la plumofobia.

¿Cómo os gustaría que la relación evolucionara o acabara?

Omar: Me encantaría que lo dejaran y se hicieran mejores amigos y vivieran juntos en un piso en Ciudad Universitaria y uno estudiara Comunicación Audiovisual y otro Arquitectura. ¡Y abrieran juntos el Grindr! Y dijeran: “A ese me lo tiré yo, a ese no”. A ver, tienen 17 años, antes o después lo tendrían que dejar. 

Arón: Es aburrido seguir juntos. Si no hay conflicto no hay chicha. 

Bueno, ya hemos visto que no le es fiel…

Omar:  ¿Qué es la fidelidad? Eso es una cosa muy antigua. Me lo cuenta y me da igual. Estamos a otra. Me gusta mucho esa reacción. Si no es importante, ¿para qué me lo cuentas?

¿Cómo os ha cambiado la vida tener millones de seguidores en redes sociales?

Omar: Ahora mis fotos la ven más gente, ahora me llaman marcas para trabajar con ellas... Económicamente hay un cambio. Pero, de repente, si me tiro tres días sin subir una foto, tengo a miles de gente diciendo que por qué no subo foto y es un poco coñazo.

¿Qué es la fidelidad? Eso es una cosa muy antigua.

¿Sentís presión?

Arón: Cero. No somos influencers ni instragrammers

Omar: Un poco influencer sí que eres porque trabajas con marcas.

Arón. No.

Omar: Sí, eres un actor que trabajas de influencer también.

Arón: Sí, pero un instagrammer tiene que cuidar eso y estar subiendo contenido todo el rato. Es su trabajo. El mío, no. El mío es ser actor.

¿En qué momento os disteis cuenta de que esta serie se había convertido en un fenómeno?

Arón: Instagram nos iba avisando. Subías en dos semanas a lo mejor 200.000 seguidores.

Omar: De hecho, lo que voy a decir es un poco cruel. Netflix no da datos de audiencias y el único medidor que tienes son las cuentas de instagram de sus actores. Y hay una serie en concreto que salió y me imagino que no ha tenido demasiado... porque... (duda) Mejor no digo nombres. Bueno, me dí cuenta también cuando nos colamos dentro de los ránkings de series más maratoneadas. 

Cuando todo no sea tan bueno, ya lo hablaré con mi maravillosa psicóloga

¿No os preocupa que todo sea tan bueno?

Omar: Tengo una psicóloga maravillosa que cuando todo no sea tan bueno, ya lo hablaré con ella. Pero sí que lo pienso. También hay que pensar qué entiendes por positivo. No todo es cuentificable. Si yo cuando termino Élite me llama Fernando Franco para hacer una película con Marián Álvarez a Asturias y me pagan 1.500 euros, para mí eso es igual o mejor que lo que estoy consiguiendo en Élite. 

Y eso sí que lo tienes claro, lo que quieres hacer después de Élite...

Omar: Sí, un Fernando Franco, un teatro... Tengo la manga muy ancha. Me gustaría escribir y dirigir.  

Arón: No vivo presionado con un éxito o exigencia. Me encantaría seguir haciendo cine, que es lo que más me gusta y me apasiona. Mi meta no es irme a Hollywood y hacer las películas más taquilleras. Quiero hacer buen cine, buenas películas, personajes sabrosos.

Omar: Yo a veces me rallo porque tengo compañeros que hablan del inglés, de Hollywood... Pero yo no tengo esa ambición. Tampoco me emociona la idea de petarlo y hacer un Marvel. He aprendido a vivir en el presente. Es que parece que te educan en pensar en lo siguiente. 

¿Os véis mucho tiempo más en Élite?

Omar:  No, porque no me veo diez años de mi vida haciendo nada. A día de hoy, tengo cosas que contar de este personaje y sigo ilusionado en hacerlo. Y el día que no, no seguiré. 

Tampoco me emociona la idea de petarlo y hacer un Marvel

Esta serie está marcando a muchos adolescentes. ¿Qué serie os marcó a vosotros?

Arón: Me gustó mucho Skins.

Omar: A mí me marcaron películas como La mala educación. Fue por la que me empezó a gustar el cine desde un punto de vista más cinéfilo. Ahí me interesó la dirección y escribir y entré en la universidad a estudiar cine. Y entonces me surgió este casting. 

¿Siempre tuvisteis claro lo que queríais ser en un futuro?

Arón: Yo he tenido claro desde pequeño lo que quería ser. Fui el que le dijo a mis padres con once años que quería empezar. Y luego también me encantaría dirigir. Creo que es más fácil acceder como actor. 

Omar: Yo creo que de lo que más tendría que saber un director es de interpretación. Para los demás campos tienes un respaldo. 

Aaron: Bueno, a Fast and Furious tampoco le puedes pedir mucho en interpretación.