Los Consejos de Informativos de RTVE calificaban este viernes de "desprecio hacia la radiotelevisión pública" la decisión del presidente del Gobierno y candidato del PSOE a las elecciones generales, Pedro Sánchez, de no participar en el debate electoral a cuatro partidos propuesto por la corporación pública.

"Condenamos que el único debate en el que Sánchez ha aceptado participar sea el debate a cinco propuesto por un grupo privado de comunicación y que incluye al candidato de un partido sin representación parlamentaria", denunciaban en un comunicado.

La Corporación optó por retar a los partidos a tener que elegir entre un debate y otro

La decisión de Sánchez de no participar en este debate efectivamente es un menosprecio a la televisión de todos. Sin embargo, para ser justos, lo cierto es que la Corporación ha cometido una serie de errores durante estas semanas que han llevado finalmente a que el presidente no participe en su debate.

El primero de todos fue hacer su petición más de veinticuatro horas después de que lo hiciera Atresmedia y para un día antes que el del grupo de comunicación privado. En vez de haber elegido otra fecha, como por ejemplo una semana antes, la Corporación optó por retar a los partidos a tener que elegir entre un debate y otro.  

Y ésta era una guerra perdida. Primero porque RTVE ha dejado de ser una referencia informativa en favor de Atresmedia hace ya algunos años, y segundo porque no podía contar por ley con la participación de VOX al no contar con representación parlamentaria.

Y este punto, como indicaba ayer la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha sido clave para el PSOE para decantarse por el debate de Atresmedia ya que Sánchez no quiere rehuir el enfrentamiento con el partido de extrema derecha.

Sin una invitación formal

A todo esto hay que sumar que la Corporación jugó todas sus cartas a una negociación con el Presidente del Gobierno y no con todos los partidos. La cadena simplemente se limitó a enviar una invitación formal por carta a cada de los cuatro líderes.

En RTVE pensaban que si Sánchez aceptaba, todos los demás partidos también lo harían. Sin embargo, si el presidente caía, la celebración el debate fracasaba, como así ha terminado sucediendo.

Y eso que también contó con la ayuda de la Academia de la Televisión, cuya presidenta María Casado trabaja en RTVE. Desde esta institución se intentó que los partidos se decantaran por el debate en la Corporación antes que por el de Atresmedia. Tampoco salió bien. 

Sea como fuere, en todo este asunto se ha olvidado que los debates electorales no son exclusividad de la televisión pública y que, de hecho, los dos primeros debates de la historia se celebraron en Antena 3 y Telecinco.

Además, según recordaba precisamente la directora de Comunicación de RTVE, María Escario, “no es la primera vez que Televisión Española se queda sin debate entre los principales líderes ya que tampoco hubo ese debate en el 2015”.