Vivir sin permiso tenía preparado un gran giro inesperado en el final de su primera temporada. Una escena final que, de momento, se desconoce las consecuencias que traerá a la serie. Y es que nadie quiere explicar cómo serán las cosas a partir de ahora.

[CONTIENE SPOILERS]

En una escena que ponía los pelos de punta a los fieles seguidores de la serie, Nemo Bandeira y Mario se enfrentaban en su batalla final. Berta, la cuñada de Nemo, es la causante de todos los últimos males de la familia y hará que Mario odie todavía más a Nemo.

En un giro importante de los acontecimientos, Berta es la encargada de contarle a Mario que el narcotraficante que le cuidó como un padre es el que realmente vendió a su padre por estar enamorado de Hada, ordenando su muerte.

Tras descurbrir la verdad, Mario se desplaza hasta el lugar donde esta Nemo. Casualmente, es la cruz en la que está enterrado el padre de Mario, en lo alto de un acantilado.

Allí, de noche, Mario decide acabar para siempre con el hombre que traicionó a su familia. Pero Mario no parece ser capaz y baja la pistola en el último momento, entre lágrimas. 

De pronto, un recuerdo azota la mente de Nemo: un beso entre el padre de Mario y Hada. Por eso traicionó a su gran amigo. La mente de Nemo le vuelve a confundir y en ese momento ven en su cabeza a su amigo del pasado en vez de a Mario, al que tira por el acantilado. 

Mario ha caído y no se sabe si ha terminado muerto en el fondo del mar o reaparecerá en la segunda temporada con muchas ganas de venganza. Ni José Coronado ni Aitor Gabilondo, creador y productor de la serie, quieren adelantar acontecimientos sobre el personaje de Álex González.