El hambre es lo que peor llevan los concursantes de Supervivientes. Por eso más de uno es capaz de hacer cualquier cosa con tal de llevarse algo a la boca. Y este martes el programa de Telecinco jugó con sus mayores deseos alimenticios a cambio de un gran castigo.

Algunos recibieron regalos de sus familiares y otros suculentos alimentos. Como María José Ruiz, a la que le ofrecieron tres pollos y una tarta de chocolate a cambio de cortarse el pelo en ese mismo momento en directo. 

Raquel Mosquera, como no podía ser de otra manera, fue la que cogió la maquinilla y, tras aceptar María Jesús el reto, se dispuso a rapar por completo su cabeza. Ahora María Jesús es más supervivientes que nunca con su nuevo look.