Los tiempos del consumo han cambiado y el espectador se ha vuelto mucho más exigente a la hora de elegir una emisión en directo. Uno de los géneros más perjudicados por esta nueva televisión son las series americanas. Y es que las cadenas en abierto tratan a este tipo de ficciones como un producto de tercera. Y así, no hay quien triunfe. 

El pasado domingo 18 de marzo, Antena 3 estrenó American Crime Story: el asesinato de Gianni Versace. Se trata de una serie de televisión que cuenta con un gran aliciente en España: está protagonizada por Penélope Cruz y cuenta con Ricky Martin en su reparto. Un equipo muy conocido en nuestro territorio, razón por la que Atresmedia se hacía con los derechos de emisión de esta ficción.

Parecía que sería una gran apuesta por parte de la cadena, pues era la primera serie de televisión de Penélope Cruz. Sin embargo, Antena 3 ha tratado Versace como una serie de televisión americana más y por eso las audiencias han terminado por hundirse. 

La serie se estrenaba en el primer time dominical como una gran producción. Y el resultado de audiencia fue bastante positivo. La serie consiguió un 15,6% de cuota de pantalla en su estreno, con más de 2,3 millones de espectadores. Un resultado muy bueno teniendo en cuenta que la serie se estrenaba contra el primer debate de Supervivientes

Pero Antena 3 cometió el error de no pensar en los nuevos consumos en cuanto a la ficción. La cadena decidió emitir tres episodios de la serie, acabando cerca de la 1 de la madrugada. La serie apenas tuvo pausas publicitarias para que el público no se escapara. Pero la curva de audiencia demostró que, tras la pausa de las 00:00 horas, los espectadores salieron huyendo. 

Y ese no es el gran problema para la serie de Antena 3. Este tipo de emisión ya ha generado desconfianza en los espectadores, que se negaron a volver a quedarse una semana más hasta la madrugada y se negaron a ver la serie. Por eso Versace ha caído en su segunda semana a un 9,3% de cuota de pantalla, perdiendo casi un millón de espectadores de una semana a otra. 

La emisión de Antena 3, además, cuenta con el titular negativo de que Netflix estrena la serie el próximo 30 de marzo. La plataforma cuelga todos los capítulos para consumir la serie cuando uno desee. Una forma de consumo que cada vez gusta más a los espectadores de series de televisión y que se ha hecho mucho más efectivo en cuanto a las series extranjeras. 

La crisis de la ficción extranjera

Prueba de que a los espectadores ya no les gusta ver series de televisión fue lo que ocurrió el pasado verano en esta misma cadena y en la competencia. El pasado año año se estrenaron hasta cinco nuevas series extranjeras de televisión en abierto. Ninguna de ellas funcionó. De hecho, alguna tuvo que ser retirada mucho antes de tiempo y no han vuelto a aparecer por la parrilla. 

Es el caso de Hora punta, que aguantó una semana en antena, y Almost Human, que apenas ha estuvo emitiéndose dos semanas. Las son de Antena 3. La primera se estrenó con un 9,5% y un 7,4% de cuota de pantalla en sus dos capítulos de estreno. La cadena ni se lo pensó: una semana después quedaba fuera de su parrilla. La segunda apenas llegó al 10% en su primera semana. Logró una segunda semana en antena, pero nada más. 

Telecinco fue mucho más cauta en eso de estrenar algo de ficción americana. En 2016 se lanzaba con Secretos y mentiras. Se mantuvo con audiencias bastante modestas, por lo que la cadena decidía estrenar la segunda temporada en el late night de la noche de los jueves. La serie apenas logra cuotas superiores al 7% a partir de la medianoche. 

A la pública siempre le ha gustado echar un ojo a lo que se estrena fuera. El pasado verano era el turno de El infiltrado en La 1, una miniserie británica y estadounidense que contaba con Hugh Laurie como principal aliciente. Además, contaba con los españoles Marta Torné y Antonio de la Torre. Se estrenó el 17 de julio con apenas un 9,5% de cuota de pantalla en su primer episodio, unos datos que no mejoraron con el paso de las semanas.