Centro de prensa de Kiev. Los medios españoles son los que separan a la prensa de Italia y Portugal, los dos grandes favoritos para alzarse con la victoria en el Festival de Eurovisión. Sin embargo, no es más que un espejismo. Nuestro país no sólo no tiene ni la más mínima oportunidad de ganar el certamen, sino que deberá pelear por no ser última. Pero, ¿por qué nuestros vecinos han conseguido ser favoritos y nosotros nunca lo somos?

TVE siempre improvisa una gala que avergüenza a todo el sector televisivo

La principal razón se encuentra un año más en RTVE, empeñada en maltratar el programa de entretenimiento más visto de todos los años. Como ya hemos publicado en varias ocasiones, al contrario de lo que ocurre en otros países que empiezan el proceso de búsqueda de candidatos incluso un año antes, en TVE no se comienza a trabajar hasta septiembre y sin una idea fija.

Todos los años la misma canción: se intenta convencer a una estrella de la canción durante meses y, cuando ninguna está dispuesta a someterse a las condiciones de la pública, se improvisa una preselección que termina avergonzando a todo el sector televisivo. Y al final es la pescadilla que se muerde la cola. ¿Cómo un artista de renombre va a aceptar participar en algo así?

Este año, además, por si fuera poca la improvisación de esta preselección, RTVE no dudó en amañar el proceso para que finalmente fuera elegido el candidato que querían: un joven catalán orgulloso de ser español. Y en una demostración más de su falta de escrúpulos, la cadena pública decidió elegir a un jurado que ya había expresado sus preferencias. De ahí que finalmente, en contra de los votos de los espectadores, el elegido fuera Manel Navarro.

El mayor castigo

Una fraudulenta elección que, no obstante, ha tenido sus consecuencias: el gran desapego que ha habido hacia la candidatura. Y es que, además de que una gran mayoría de los eurofans han clamado que el joven catalán no les representa, tampoco a las grandes audiencias les ha llegado el producto.

La desreferenciada TVE ya no tiene grandes programas para promocionar sus productos. Pero es que, además, en el caso de Manel, la promoción en programas de la casa ha sido prácticamente nula, quizá para no seguir alimentando la polémica. De ahí que su candidatura no haya generado interés en la audiencia como sí sucedió en años anteriores con Edurne o Ruth Lorenzo.

Un desapego y desconocimiento hacia nuestro representante que llevará a La 1 de TVE a conseguir, a buen seguro, uno de los peores datos de audiencia de los últimos años. Lo triste será que en nuestra televisión pública no se depurarán responsabilidades y la única víctima de esta historia será un joven de apenas 21 años. Y así año tras año.