Pantomima. Defraudora. Aburrida. Decepcionante. Estos fueron algunos de los adjetivos que este lunes pudieron leerse en redes sociales sobre la entrevista de Pablo Motos a Isabel Pantoja en El Hormiguero.

No les faltaba razón. Y es que la visita de la cantante al programa de Antena 3 se convirtió en un publirreportaje con preguntas pactadas y en el que el presentador evitó trasladar a la tonadillera las cuestiones más incómodas. Ni Malaya, ni Julián Muñoz, ni la relación con sus hijos.

De hecho, para preguntar sobre su estancia en prisión, Motos empleó un “¿cómo te encuentras después de estos años?”. “Han sido dos años dolorosos. Estoy tratando de salir psíquicamente a través de mi trabajo, e mis canciones, de gente como tú, de mis fans, de gente que me adora”, contestó la tonadillera.

La cantante, que acudió al programa “completamente gratis” a pesar de le habían ofrecido “mucho por ahí”, evitó en todo momento pronunciar la palabra cárcel refiriéndose a ella como “ese lugar”.

“Hay gente a la que le fastidia que estés aquí”, dijo Motos que defendió a la artista en más de una ocasión. “Un país culto tiene que cuidar a sus artistas”, añadió.

Pantoja también tuvo tiempo para ser poseída por Donald Trump y atacar a la prensa cuando el presentador le recordó una de sus frases míticas: “Cómprate una vida”.

“La chavala me trató con cariño, pero era un poco ‘jartible’. Cuando ya me hizo una pregunta, me volví y le dije: eres muy jovencita y dedicarte a esto tan joven… Le pregunté si tenía una profesión aparte de tener un micrófono en las manos a horas intempestivas”.

Un ataque que algunos rostros de Telecinco que veían la entrevista no dudaron en contestar. “Si algo me ha hecho grande es hacer calle, Isabel Pantoja. Una profesión sin aprovecharte de nadie”, escribió María Patiño.

“Dedicarte a esto siendo tan jovencita es una pena, dice ella. Haberse dedicado a otras cosas siendo mayor es peor, digo yo”, comentó Gema López. “El periodismo es tener un micrófono, una grabadora o un cuaderno de notas y buscar la información incluso a ‘horas intempestivas”, dijo Antonio Rossi.

Por lo demás, el programa fue tan comedido con Pantoja que ni siquiera hubo momentos para ver a la cantante haciendo pruebas de ciencias como suele ocurrir con otros invitados. Lo más divertido fue verle cocinar gazpacho mientras bailaba una canción de su hijo Kiko Rivera.

Sí hubo tiempo para que pudiera promocionar su disco Hasta que se apague el sol cantando dos canciones en directo con una banda sinfónica de 80 músicos. “Hoy me has hecho feliz. Voy a volver más veces”, dijo la cantante.

Sin duda toda una oportunidad perdida tanto para el programa como para la cantante. Isabel Pantoja es un personaje que traspasa la pantalla y ayer, salvo en contadas ocasiones, no lo hizo. La cantante tendría que haberse mostrado más partícipe y mostrar su cara más divertida. Era el programa perfecto para ello.

El Hormiguero ayer fue menos Hormiguero. Y Pantoja menos Pantoja. Una auténtica pena.