La salida de Mariló Montero de TVE llevaba siendo rumoreada desde hace ya algunos años. Un rumor que fue haciéndose incluso más fuerte durante las últimas semanas. Sin embargo, la presentadora navarra ha querido guardar con celo hasta el último minuto el anuncio de su despedida hasta el punto de que la mayoría de su equipo también se ha enterado en directo.

De hecho, según ha sabido BLUPER de fuentes cercanas al programa, el texto que ha leído Montero se había volcado en el teleprompter sólo unos minutos antes. Cualquier precaución era poca para salvaguardar de filtraciones una de las noticias del año en televisión.

Pocos compañeros, sólo los más cercanos, sabían que Montero se marchaba. De ahí que su abandono cogiera por sorpresa al equipo. Tras el final del debate de Masterchef, la presentadora navarra se levantaba hasta un atril que habían colocado en otra parte del plató.

“Me siento muy orgullosa de estos 7 años, que podrían haberse alargado por deseo de TVE, que siempre me ha apoyado. Pero necesito cazar sueños que aun tengo por ahí. Gracias a TVE, gracias a mis buenos compañeros y ante todo a ustedes. Esta es mi hora de cierre, en este minuto. Por ahora, aquí concluyo mi ciclo en TVE. Salud y suerte”, decía la presentadora dejando su pinganillo sobre la mesa. Todo un mensaje.

Eran sus últimas palabras para la audiencia, pero también para una parte de su equipo. Y es que Montero sólo se ha despedido de aquellos compañeros que estaban en plató y del director de TVE, Eladio Jareño, que aguardaba a su salida. Tras esto, la navarra ha preferido no subir a la redacción del programa a despedirse.

En este sentido hay que recordar que hace unos meses la ya expresentadora de La mañana de La 1 había presentado una queja ante la cúpula de TVE por el supuesto "acoso laboral" al que le sometía la directora del programa, Elena Sánchez Pérez.

La versión de Elena Sánchez, sin embargo, era contraria a la de la presentadora. La codirectora negaba a la cadena, así como en su entorno, cualquier tipo de acoso laboral o maltrato verbal hacia la presentadora. Asimismo consideraba desproporcionadas las quejas, las cuales atribuía las diferentes personalidades y discrepancias de criterio habituales a la hora de dirigir el programa.