José Mota vuelve a TVE. Este viernes, La 1 estrena la segunda temporada de José Mota presenta..., el espacio de sketches que el cómico quiere diferenciar de su especial de Nochevieja. Según explica junto a Rodrigo Sopeña, director del espacio, ambos formatos tienen una estructura distinta debido al planteamiento.

Así, en este José Mota presenta... la política no tiene tanto lugar porque se graba con bastante tiempo, lo que impide que los sketches puedan ser frescos, mientras que el especial de Nochevieja se plantea como un resumen del año donde, si la actualidad así lo ha querido, la política tiene un lugar muy destacado como en las dos últimas ocasiones.

¿Cómo se vive desde el humor la inestabilidad política que hay en el país?

José Mota: Es el escenario adecuado, pero la clase política deja poco espacio para el cómico porque casi todo lo representan ellos mismos. Hay mucha turbulencia. Nunca antes en la democracia se había dado un escenario como este. Hay muchos matices de los que hablar.

Sin embargo, nuestro programa del viernes no es el adecuado para hablar de ello ni en propuesta ni en rapidez. Llegaríamos tarde. Las noticias con solo dos días pasan a ser parte del recuerdo.

Rodrigo Sopeña: En el caso del especial de Nochevieja, se plantea como resumen del año. Pero hay que empezarlo dos meses antes. La noticia más importante este año, las elecciones, iba a estar 10 días antes de la emisión. Eso que nos pone en una situación complicada creativamente es mucho más rico porque nos obligó a plantear el especial como que transcurría en 2027.

¿Cuesta mucho imitar a los políticos actuales?

RS: Los políticos de ahora no son tan imitables como los de antes. No tienen tantos matices, tantas cosas a las que agarrarte. Comparas a Fraga con Albert Rivera y no hay color a la hora de imitar. Está más descafeinada la clase política.

¿Sois muy perfeccionistas a la hora de grabar un sketch?

JM: El todo nunca lo tienes sencillamente porque no existe. Es una idea nada más, pero no existe. Si quieres hacer una toma técnicamente perfecta te darás cuenta de que pierde frescura. Y no compensa. Por eso estamos tan contentos este año porque la propuesta de grabación que estamos usando es hacer solo una primera o segunda toma.

Competís con Allí abajo. ¿Asusta?

JM: Qué duda cabe. Es una competencia brutalmente prometedora en audiencia. Se tiene un gran respeto. Lo pienso, pero lo único que puedo hacer es ocuparme de lo que yo controlo. Todo lo que se escapa a mi control procuro que no me preocupe especialmente. Dios dirá.

Solemos tener el guiño cómplice del imitado, procuramos hacerlo con respeto

¿Se han puesto en contacto contigo los personajes a los que imitas?

JM: Ferreras, por ejemplo, he leído declaraciones suyas diciendo que está encantado. Solemos tener el guiño cómplice del imitado, procuramos hacerlo con respeto.

Habéis decidido matar a otro personaje. ¿Podéis dar alguna pista?

RS: Es un personaje muy querido. Es uno de Jose, eso seguro. Y muere de una manera impactante.

¿Os recrimina la gente por la calle que matéis a los personajes?

RS: Con el Tío la Vara llegó a haber un grupo de Facebook. Se ha pedido mucho su vuelta.

JM: Yo creo que está bien ser valiente. El cómico tiene el peligro de morir ahogado en su propio caldo de darle tantas vueltas. Se les tiene cariño pero, por ejemplo, este año mis personajes habituales van a quedarse a un lado. No descarto ir a un cuarto oscuro donde tengo a mis muñecos y tener una charla con ellos, prometerles que van a salir pero no salen. Pero es de obligado cumplimiento lo que hacemos. Y los primeros beneficiados somos nosotros. Hay que reinventarse.

El cómico tiene el peligro de morir ahogado en su propio caldo de darle tantas vueltas

¿Te has visto este año obligado a reinventarte?

JM: Es algo que siempre hemos tenido. Hemos visto a lo mejor a Blasa siempre, pero he procurado proponer cosas nuevas. Siempre he intentado reinventarme. Pero este año hemos desplazado gran parte del arsenal y hemos propuesto otras cosas.

Cuando sales del estudio, ¿esa posesión de los personajes te la quitas?

JM: El único personaje que nos persigue es el de Paco Collado, que nos tiene poseídos a todos [risas]. He pensado en hacer su vida. Es una de mis mejores imitaciones. Es un tipo... Con 16 años estuvo en La clave de Balbín hablando de los Beatles. Nadie lo sabe. ¡Y fue novio de Bonnie Tyler! Hay que decirlo y que se sepa.

¿Y en casa con tus hijos eres de hacer imitaciones?

JM: El sábado por la mañana, me levanto, voy a su habitación y hago un show de mímica a los dos mayores. Voy a la puerta, me doy un golpe... Daniela me pide "el minoshow del sábado". El niño, Jose, en la cama meado de risa. Pero si no le hace gracia se queda serio.

¿Y en la tele también te ven?

JM: En la muerte del Tío la Vara, Goyo Jiménez me atravesaba con una espada. Y Daniela, que tenía cuatro añitos, se puso al lado de la tele y dijo: "no, no le hagas eso a mi padre, que te puño". Cuando llegué a casa, me hizo que me subiera la camisa y me tocó para ver la herida. Lo pasa muy mal. El año pasado, que pusieron La chispa de la vida, la tuvimos que quitar porque veía que tenía el hierro atravesado en la cabeza.