¿Ha muerto Gran Hermano? Esa es la pregunta que muchos amantes de la televisión, y fans del formato de telerrealidad en particular, se hacen a raíz de una cancelación histórica.
La vigésima edición de anónimos del reality se despide este jueves por la puerta de atrás, tras consumar un batacazo sin precedentes en audiencias. Será, además, la edición más corta de todas las emitidas en España con anónimos, con tan solo 42 días de convivencia.
Aquilino, Cristian, Raúl y Rocío son los supervivientes a la escabechina que ha tenido que hacer el programa para acelerar su final. Uno de ellos se llevará los 300.000 euros más baratos de las 20 ediciones de GH, sucediendo a Juan Quintana.
Aunque Telecinco respiró con el estreno, porque la parte principal de la gala anotó un 15,8%, GH perdía cuatro puntos de un plumazo en solo una semana (11,8%). Desde esa segunda gala, el reality ha vivido una sangría de audiencia que no ha sabido taponar.
Según datos de Dos30', el programa ha promediado un 8,5% de share y 686.000 espectadores, teniendo en parte tanto el express como el tramo principal de las galas. Si solo tenemos en cuenta esta parte, donde el programa ya va sin competencia hasta la madrugada, GH firma un 11%.
Unos resultados que nada tienen que ver con el esfuerzo que ha hecho a todos los niveles tanto la productora, Zeppelin TV, como Telecinco. De la nueva casa en Tres Cantos a la implementación de nuevas tecnologías.
Mediaset tenía mucha confianza en que GH 20 funcionase tan bien como La isla de las tentaciones, y que ambos formatos hicieran que Telecinco maquillara las audiencias en el último tramo del año.
Los concursantes de 'GH 20' en el salón de la nueva casa de Tres Cantos.
Por eso, los hizo coincidir en parrilla al mismo tiempo. Sin embargo, de aquí radica el primer motivo del traspiés. El programa de Cuarzo no deja de ser un reality con concursantes anónimos, como GH 20.
Al final, al coincidir en tiempo La isla de las tentaciones y GH 20 lo que ha hecho es saturar al espectador de este tipo de formatos.
Tampoco ha ayudado que Telecinco lanzara una de sus joyas de la corona en noviembre, un mes poco habitual para un estreno, y en el que todos los formatos televisivos ya están rodados. Además, acababa de terminar Supervivientes All Stars.
Las estrategias de programación también han contribuido a que GH se la pegara. Nadie entendió el 'suicidio' colocando una tira diaria del reality contra Pasapalabra. Fue fulminada a los tres días. Y lo mismo ha ocurrido con los debates dominicales de Ion Aramendy, postergados tras los debates de La isla de las tentaciones.
A todo esto se unen otros factores externos, y es que, como saben, la cadena de Fuencarral no atraviesa por su mejor momento. El público ha perdido la confianza en la que antaño era su canal de cabecera, por lo que el único objetivo de Mediaset debe ser volver a recuperar a ese espectador.
A pesar de las duras audiencias, Gran Hermano no ha muerto. O no debería morir así. Se trata de una de las marcas que han hecho historia en este país, porque revolucionaron la forma de hacer televisión.
Gran Hermano necesita un descanso, sí. El reality volvería a triunfar en Telecinco si volviese a su esencia, y esto pasa por que se recupere esa naturalidad y esa esencia que, por ejemplo, hizo que OT 2017 fuera un fenómeno social con nombres como Amaia, Aitana o Lola Indigo.
Jorge Javier, en una de las galas de 'GH 20'.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que las mecánicas deberían ser más innovadoras, más arriesgadas, para que el espectador nunca se deje de sorprender. En la primera (y desastrosa) gala, absolutamente nadie se creyó que el programa iba a separar a las dos amigas, por ejemplo.
Por último, y sin menospreciar el trabajo de Jorge Javier Vázquez, lo cierto es que si en Supervivientes demuestra que es el presentador que mejor lidia con famosos, en GH no termina de conectar con los concursantes anónimos. Algo que sí consigue en El diario, donde estruja al máximo cada historia.
El dato que haga la final este jueves marcará, de alguna manera, el futuro de la marca en Telecinco. Y es que, la idea de la cadena es volver a abrir la casa en enero con famosos, aunque se desconoce si lo hará bajo la marca de Gran Hermano.
