Pepa Bueno cierra el círculo y vuelve a Televisión Española, la que fue su casa durante casi tres décadas. Trece años después, la periodista presentará y dirigirá la segunda edición del Telediario a partir de septiembre. Toma el relevo de Marta Carazo, nueva secretaria de la reina Letizia.
"No me sorprendía que se hiciesen cálculos [sobre su fichaje], entraba dentro de cierta lógica", confiesa Bueno a BLUPER, en la presentación de los nuevos rostros de los informativos de la pública. La pacense fue destituida como directora de El País hace poco más de un mes y no tardaron en aparecer los rumores que la situaban en la órbita de José Pablo López, presidente de la Corporación.
Pepa no pierde de vista "la tensión" de realizar un informativo en directo, pero en el Telediario 2 asegura que de alguna manera llamará a la calma ante la "abrumadora actualidad". "Creo que se puede contar la actualidad sin poner al borde del precipicio al espectador, sobre todo a las 21:00 horas".
Bueno sabe bien que conducirá el noticiero más visto del canal y que tendrá enfrente a pesos pesados de la comunicación como Vicente Vallés (Antena 3) o Carlos Franganillo (Telecinco). Y, al mencionarse en el evento la posibilidad de hacer un "informativo de autor", la de Badajoz responde: "El mandato marco de TVE es claro. No cabe la opinión y si la hay tiene que estar radicalmente separada de la información".
Y frente a críticas por este salto de Prisa al ente y sus posibles motivaciones políticas, Pepa Bueno señala: "Una ventaja que tiene nuestro trabajo es que es público. No trabajamos detrás de una cortina, el Telediario que yo haga a partir de septiembre lo verán los que dicen eso y los que dicen lo contrario".
Los presentadores de los Telediarios.
Tu fichaje por RTVE ya se rumoreaba desde antes de hacerse oficial.
Era fácil, esta ha sido mi casa 26 años. No me sorprendía que se hiciesen cálculos sobre esto, entraba dentro de cierta lógica.
En Hoy por hoy estabas acostumbrada a madrugar...
Madrugar te da una sensación muy poderosa. Mientras la ciudad duerme, tú estás cocinando el relato informativo con el que va a encarar el día. Eso me llenaba de responsabilidad. Pocas veces he tenido más conciencia de mi responsabilidad. La composición del día es la que yo les doy a adultos, mayores, niños… Es que la radio es muy familiar.
¿Cómo afrontas ahora la responsabilidad de cerrar el día?
Es justo la contraria. Es la responsabilidad de elaborar un relato informativo con el que los espectadores van a irse a la cama. Qué país y qué mundo habitan. Esa es una responsabilidad que conviene no olvidar nunca, tanto en la selección como en la jerarquía informativa.
¿Cómo quieres llevar el Telediario 2, que además es el más seguido de la cadena?
Estamos tan abrumados de noticias, incluso los propios periodistas, que la tarea fundamental es la selección. De todo lo que hemos contado a lo largo del día, qué es lo determinante de verdad para la vida de las personas y la calidad de la democracia.
El informe Reuters de 2022, no tengo el más actual, pero este ya señalaba que el 39% de los ciudadanos huían abrumados de los informativos. La tensión, la sucesión de un mundo en cambio profundo… Por ello es imprescindible la selección. De todo lo que se ha publicado en el día y al siguiente, preguntarse qué es lo esencial.
Pepa Bueno, en su anterior etapa en la cadena.
Y también cómo contar esas informaciones. Con calma o generando más tensión.
Un informativo televisivo tiene tensión, es una de sus características porque es en directo y hay actualidad. Pero yo sí creo que se puede contar la actualidad sin poner al borde del precipicio al espectador, sobre todo a las 21:00 horas.
¿Qué crees que ha fallado para que los jóvenes decidan informarse a través de canales en los que las noticias no están contrastadas y no en los medios de comunicación tradicionales?
Muchas cosas. No todas imputables a los medios de comunicación históricos. Pienso que hemos hablado de los jóvenes, pero que no han hablado los jóvenes. Hablamos de lo que les preocupa, de sus dificultades, de sus ventajas… Pero siempre desde la generación que tenía responsabilidades editoriales.
Para que se sientan implicados, hay que tener jóvenes con responsabilidad en los medios. No solo que trabajen en la última parte de la cadena informativa. Ese ha sido el gran fallo. Con la disrupción digital, entraron muchos jóvenes en los medios, pero para ser servidores digitales de los periodistas veteranos.
Luego, cada generación tiene derecho a elegir cómo informarse, no puedo pretender que la gente que tiene ahora 20 años se informe como yo lo hacía a esa edad. Yo tampoco me informaba como se informaban mis padres.
"Cada generación tiene derecho a elegir cómo informarse, no puedo pretender que la gente que tiene ahora 20 años se informe como yo lo hacía a esa edad"
¿Crees en el informativo de autor?
Es una buena pregunta, porque estamos en la radiotelevisión pública, que tiene un mandato muy claro que yo conozco muy bien. He estado 26 años y sé a lo que vengo, pero claro que es posible hacer un informativo de autor aquí, porque tiene que ver con tu personalidad. La selección, el contexto, la manera de contarlo… Todo eso es información.
¿Qué significa ‘informativo de autor’? ¿Que se editorialice el contenido? El mandato marco de esta casa es claro. No cabe la opinión y si la hay tiene que estar radicalmente separada de la información. Cuando hice el Telediario hace años y me decían que hiciera un informativo de autor, yo decía: ‘Yo voy a hacer un Telediario’.
Antes hablabas de la selección de la información. ¿Con qué criterios se lleva a cabo ese proceso?
En periodismo no hay una plantilla, es difícil pontificar con grandes reglas porque luego el día a día es distinto. Cada historia es única. Para mí, un criterio importante ha sido siempre cómo repercute la información en la vida de la comunidad a la que me dirijo. Es el que yo he utilizado toda mi vida.
Pepa Bueno, en 'Viajando con Chester'.
¿Pondrás la vista en la competencia?
Por supuesto. Cuando me preguntan si prefiero la televisión, la prensa escrita, la radio… Para mí, lo que he hecho en cada momento ha sido lo más importante. Estoy mal dotada para la nostalgia, lo he dicho siempre. La vida me ha llevado por aquí y por allá.
Mi última aventura ha sido dirigir un periódico y la redacción la veíamos un poco de fondo, en diagonal. El informativo de Marta Carazo nos pillaba casi al cierre y lo poníamos para ver si se nos había escapado algo. Pero claro que miro la competencia. Veo todos los informativos españoles, de Europa y del resto del mundo. Forma parte de mi trabajo.
¿Qué les dices a aquellos que piensan que existe una intencionalidad política en este trasvase de Prisa a RTVE?
Una ventaja que tiene nuestro trabajo es que es público. No trabajamos detrás de una cortina, el Telediario que yo haga a partir de septiembre lo verán los que dicen eso y los que dicen lo contrario.
En el caso de los periodistas, siempre remito a aquello que dicen, a aquello que publican o a aquello que locutan. Nuestro trabajo es público y eso es por lo que se nos debe medir. ¿Qué decir de los apriorismos de la gente? También tiene derecho a hacerse la composición de lugar que quiera.
"Es más complejo en este mundo polarizado gestionar el llevarle la contraria a aquellos que te eligen para informarse"
Condicionantes y presiones siempre hay, ¿no? Tanto en una empresa privada como en una radiotelevisión pública.
Claro. Eso es consustancial a nuestro trabajo. Desde que se inventó la prensa y con todos los poderes. Los obvios y los no obvios. Los agentes sociales quieren salir bien en los medios de comunicación y nosotros no nos dedicamos a agradar. En ese caso, nos hubiéramos dedicado a hacer protocolo. Unas veces salen bien y otras mal. Pero tenemos ese músculo entrenado para gestionar esa tensión.
Fíjate, es más complejo en este mundo polarizado gestionar el llevarle la contraria a aquellos que te eligen para informarse. Esa independencia del periodista hay que defenderla. Con las redes sociales aprendimos que a veces tienes que llevarle la contraria a la gente que te elige, con hechos que contradicen sus creencias. Tienes que contarlo.