Parecía lejano poder asociar la imagen de Eva González a La Voz después de que Jesús Vázquez presentase sus cinco primeras ediciones en Telecinco y que la sevillana sumara a sus espaldas más de 15 ediciones de MasterChef, entre las ediciones para adultos, para niños y para celebrities. 

Sin embargo, a día de hoy, González ya ha igualado a Vázquez en ediciones para adultos de La Voz, a las que hay que sumar además cinco de la Kids y otras tres de la Senior. Es decir, ha presentado tres ediciones más que el gallego. Y en lo que respecta a la comparación con MasterChef, ya está solo a dos ediciones de las que presentó en el talent culinario (15). 

¿Y por qué decimos esto? Porque con este currículum, al que habría que sumar las nueve ediciones de Se llama copla, las dos de Se llama copla: El desafío y una de Se llama copa Junior, en Canal Sur, la que fuera Miss España 2003 se ha convertido en una de las presentadoras más exitosas de nuestra televisión. 

¿Cómo se afronta una quinta edición de La Voz

Pues con mucha ilusión, la verdad. Porque, después del verano, uno ya tiene ganas de volver al colegio. Para mí septiembre significa un poco el comenzar del año. Y luego con mucha ilusión porque a mí me encanta presentar este programa y me encanta volver y ver qué hay de nuevo, porque este programa siempre logra sorprenderme.

De todo lo que has vivido de momento, si tuvieses que definir esta nueva edición en tres palabras, ¿cómo lo harías?

Aquí hay dos mundos distintos. Hay uno con las audiciones donde estoy más con la familia y con los talent. Y luego el otro en el que voy al plato y ya subo al escenario. Me lo estoy pasando muy bien. Pero también me lo pasé muy bien en las audiciones porque tenemos una novedad este año, que es el súperbloqueo, que ha dado unos momentazos espectaculares y me he reído mucho.

Cada año tengo profesores nuevos, el material escolar cambia... Aquí abres el libro y dices: 'A ver qué voy a aprender'. 

¿Son precisamente esos cambios en la mecánica que se van introduciendo año a año los que hacen que no te aburras?

Yo es que no me aburro. Cada año son ilusiones renovadas. Como es un programa tan coral, en el que los coaches están por un lado también, yo por otro, los talents por otro, las familias son distintas, nos encontramos con asesores distintos, nunca tengo esa sensación de 'qué pereza, otra vez lo mismo'. Nunca la he tenido. Tengo profesores nuevos, el material escolar cambia... Aquí abres el libro y dices: 'A ver qué voy a aprender'. 

¿Qué te ha sorprendido este año de los asesores?

Yo me estoy riendo lo más grande. Para mí, Abraham Mateo está siendo un descubrimiento porque es un niño que no lo conocía personalmente y me ha sorprendido muchísimo. Luego Cali y El Dandi también me han sorprendido mucho porque yo no sabía que Dandi era productor musical. Entonces tiene mucho conocimiento de las voces, de lo que puede sonar el día de mañana, de qué tipo de música hay que darle a cada uno de los talents. Nathy Peluso es una bomba de relojería, un animal televisivo, dentro y fuera de la tele. Es una tía con una fuerza, con una sensibilidad muy bonita. Se emociona mucho con el flamenco, cosa que me llama bastante la atención. Y luego está Lola (Índigo), mi Lola. Lola es genial.Es una artista tan completa: diseña su vestuario, monta su show, canta, baila...  Y con los talents tiene una cosa muy bonita que es la empatía. Siempre parece que está al otro lado. A lo mejor porque lo vivió hace relativamente poco y sabe lo que es estar al otro lado.

¿Cómo ves tú el papel de los coaches?

Hombre, a mí me duelen más los pies presentando. Muchas veces les digo: '¿podéis no hablar tanto que estoy aquí de pie con tacones'? No, fuera bromas, yo entiendo que el papel de los coaches es muy difícil. Yo solo soy un mero hilo conductor. En ningún momento soy protagonista. Los coaches, sí. Y es muy difícil ser coach porque al final entiendo que están jugando con los sueños de las personas. Todos los talents que llegan aquí tienen un objetivo, que es ganar La voz. Y a veces no se dan cuenta que todo el trayecto hasta ganar o hasta que se van es precioso. Y en el que pueden aprender muchísimas cosas. A veces los coaches lo dice: tú ya eres un profesional, tú ya tienes tu carrera. Entiendo que comunicar eso a una persona no es fácil. Ellos muchas veces lo lo verbalizan: yo no soy nadie para decirte a ti que no. 

Eva González.

En estos meses que ha habido tanto movimiento en la televisión, ¿te han tentado de alguna cadena?

A mí no. Yo me he quedado tan tranquilita en mi Voz. No me han tentado en ningún sitio. No te voy a mentir. 

En Mask Singer se vio que te lo pasaste muy bien. ¿Te gustaría participar en un programa así? 

No, no. Yo doy mucha pena cantando.  

No me han tentado de ninguna cadena en los últimos meses. No te voy a mentir. 

¿Y dar unas clases?

De donde no hay no se puede sacar. No le puedes pedir peras al olmo. O sea, zapatero a tus zapatos. Se supone que se presentar, que tampoco lo tengo tan claro. Así que dejadme presentando. Le tengo tanto respeto a la gente que se sube a un escenario y es capaz de demostrar su arte y lo que saben hacer, que no me atrevería.

Siempre puede ser un Tu cara me suena... 

Hombre, si hago la mamarracha lo mismo sí. Pero tiene que ser una cosa muy mamarracha.

¿Qué consejo le darías un aspirante para afrontar este programa?

Vivirlo, exprimirlo, sentirlo... No dejar pasar ni un solo minuto de aprendizaje porque todo lo que pasa en el momento en el que se abren las puertas de La Voz, pero no cuando se abren las puertas del escenario, sino del programa, se empieza a aprender. Con los vocal coaches, con los coaches, con el equipo... Nosotros estamos muy acostumbrados a tratar con los talents y que ellos se sientan cómodos para nosotros es la prioridad máxima. Entonces, que lo aprovechen, que lo vivan, que lo sientan, que lo luchen, que lo gocen...

Eva González y los coaches de 'La Voz'.

¿Quién es el talent más gamberro que ha pasado por La Voz? ¿Y de los coaches?

Yo recuerdo a un talent que se llamaba Miguelichi, que yo cada vez que salía me decía: 'a ver por dónde va a salir'. No tenía vergüenza ninguna. Es un tío muy divertido con el que además tengo todavía contacto. Y de los coaches el que tiene menos vergüenza es Antonio Orozco. No hay quien que le calle. Conoce tan bien el formato, le gusta tanto, que sabe perfectamente lo que le tiene quedar en cada momento. Y luego es un tío tan emocional que se derrama en el escenario. Y cuando se emociona, llora. Y cuando se ríe, es el que más se ríe. Eso es muy bonito y muy de agradecer.

Claro que somos amigos. En 'La Voz' se producen muchos momentos que hacen que tengan conexiones especiales con los coaches.

¿Se hacen amistades en La Voz?

Claro, somos amigos. Al final son muchas horas juntos, compartiendo muchas cosas. Luego también este programa es un programa muy emocional, muy de sentimientos, entonces la música tiene la maravillosa virtud de transportarte a momentos de tu vida, de hacerte viajar... Eso al final provoca sentimientos en todos, en el que está detrás, el que está con la cámara, en el coach... Y esas miradas cómplices y esa manera de decirnos 'tranquilo, sé dónde te ha llevado'. Y al final se producen muchos momentos que hacen que tengan conexiones especiales con los coaches.

¿Qué canción te ha transportado a uno de esos momentos? 

Hay muchísimas. Por ejemplo, el año de Alejandro Sanz, que vosotros sabéis que yo soy súper fan, pues lo miraba y me iba transportando todo el rato a mi adolescencia, al póster que tenía en mi habitación. Todas las canciones nos van llevando a lugares. Algunas son más importantes en tu vida y otras menos. Y a la gente que está en casa supongo que le pasa lo mismo. Esa es la genialidad que tiene la música.