Los primeros días de Carlos de Inglaterra como rey no están siendo precisamente ejemplares. Tras la muerte de la reina Isabel II y la proclamación de su primogénito, este ha protagonizado dos sonadas polémicas por un notable mal carácter que no ha ocultado ante los medios. Esto le ha generado numerosas críticas a las que este miércoles se ha sumado Joaquín Prat, que desde El Programa de Ana Rosa ha censurado la actitud del monarca.

El espacio matinal de Telecinco ha analizado la noticia del despido de un centenar de trabajadores de Clarence House, la antigua residencia de Carlos III. Para Prat, ese despido masivo es una buena noticia por "el alivio que deben haber sentido esos empleados de haberse librado de semejante jefe".

Y es que el periodista define al rey británico como "un señor bastante cascarrabias y con bastante mala leche", por lo cual se compadece de "sus ayudantes de cámara". "Tiene muy mala leche, muy poca cintura y es muy poco listo", ha insistido Prat, dedicando así a Carlos III uno de sus habituales y espontáneos repasos.

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Esta contundente crítica se produce después de las dos polémicas escenas que ha protagonizado el monarca británico en menos de una semana. La primera se produjo el día de su proclamación, el pasado sábado 10 de septiembre. El hijo de Isabel II se disponía a firmar los documentos que le acreditan como nuevo rey, pero un tintero y un estuche de bolígrafos ocupaban la pequeña mesa. Lejos de apartarlos para poder rubricar los documentos, Carlos III ordenó con aspavientos y malas formas a un ayudante que retirara los objetos.

Se ve que las firmas con pluma no son su fuerte y podrían ser el origen de su alterado carácter, pues este martes volvía a hacer gala de su incontrolable ira al mancharse de tinta mientras firmaba durante una visita oficial al castillo de Hillsborough. "¡Odio esto! ¡No puedo soportar esta maldita cosa, siempre pasa lo mismo!", clamaba el monarca mientras le cedía la pluma a la reina consorte, Camilla, y se retiraba visiblemente enfadado de la sala.