Este sábado el cine español vive su gran fiesta, pues se entregan los Premios Goya. Debido a la crisis sanitaria, veremos una gala atípica (que bien podríamos calificar de histórica) ya que Antonio Banderas y María Casado presentarán un evento en el que los nominados no estarán presentes, como consecuencia de la crisis sanitaria.

Desde que se comenzasen a celebrar los Premios Goya, estos galardones han estado muy vinculados a la pequeña pantalla. Por ejemplo, en la VI edición, celebrada en 1992, la cinta Amantes se alzó con el cabezón a mejor película y mejor dirección para Vicente Aranda; además, estaba tenía tres nominaciones a mejor intérprete (Victoria Abril, Maribel Verdú y Jorge Sanz), mejor guion y mejor montaje.

Lo que pocos conocen es que Amantes tiene raíces catódicas, pues originalmente fue concebido como un capítulo de la serie de crónica negra La huella del crimen. De hecho estaba basado en una historia real, el conocido como crimen de la canal, que sucedió en 1948.

El director Agustí Villaronga fue la estrella de los XXV Premios Goyas, pues en hace ya diez años logró hasta nueve galardones, incluidos los de mejor película y mejor dirección.

Al igual que sucedió con Amantes, en la filmografía de Villaronga nos encontramos con un proyecto que inicialmente fue concebido como una serie: 99.9, la frecuencia del terror. Protagonizada por María Barranco, la película adaptaba libremente la historia de las caras de Belmez (un tema muy tratado, por ejemplo, en Cuarto Milenio).

Inicialmente la historia iba a formar parte de una serie, una especie de Expediente X a la española, en la que María Barranco investigaría casos de licantropía, canibalismo, o como en este caso, teleplastias. 99.9 no llegó a los Goya, pero ganó el Gran Premio del Cine Fantástico Europeo en Fantafestival, en el año 1999, y también al mejor director, y fue candidata a mejor película en el prestigioso Festival de Cine de Sitges.

A lo largo de la historia del audiovisual español muchas veces el cine ha bebido de la televisión. Nos podemos remontar, por ejemplo, a la La casa de los Martínez, ficción de la pequeña pantalla que se emitió entre 1966 y 1970, y que giraba alrededor de lo que se consideraba una típica familia española. Su éxito era tal que en 1971 se rodó un largometraje con el mismo nombre y los mismos protagonistas. En este caso jugaba con el espectador, y se adentraba en la grabación de la serie, todo desde un prisma ficticio.

En la gran pantalla se han visto, del mismo modo, aventuras que complementaban lo ya ofrecido por televisión. Así tenemos, por ejemplo, No te fallaré (2001), que narraba el futuro de los personajes que conocimos en la serie Compañeros, tres años después de salir del colegio Azcona. Como detalle curioso, en No te fallaré nos hablaban del personaje de Marisa (Beatriz Carvajal) como una abuela entregada en el cuidado de su nieto, aunque en la serie moría en un accidente de tráfico, en un episodio emitido en 2002, eso sí.

Tampoco hay que olvidarse de Águila Roja: la película, del año 2011, que contaba con el mismo elenco que la serie de televisión. Eso sí, en este caso se contaba una historia paralela. Fue la novena película española más taquillera del año, aunque en taquilla no alcanzó ni la mitad de los 7.000.000 de euros que tuvo de presupuesto.

Años después, ya en en 2016, TVE produjo La corona partida, una película que unía las series Isabel y Carlos. Rey Emperador y que estuvo protagonizada por Rodolfo Sancho, Irene Escolar, Raúl Mérida y José Coronado. Logró recaudar 830.000 euros. 

En la actual edición de los Goya hay una película que se llevará el premio sí o sí: La gallina turuleca, dirigida por Eduardo Gondell y Víctor Monigote. Y es que resulta que es la única cinta que compite en la categoría de Mejor película de animación. Lo mismo que ocurrió en el lejano año 1990 con Los 4 músicos de Bremen, largometraje de Cruz Delgado que luego se troceó y se emitió como primeros episodios de la serie Los trotamúsicos.

En este breve repaso entre las conexiones de nuestro cine y nuestras series, se puede mencionar también La última guardia, el telefilme con el que se rescató el espíritu de Farmacia de Guardia, Lola, la película de Lola Flores que luego se convirtió en miniserie con escenas añadidas, o Los cachorros y el código de Marco Polo, un largometraje basado en la serie Los Cachorros de Clan.