Opinión

Las margaritas de Landaben

El nuevo Volkswagen Taigo en la planta de Landaben, en Navarra.

El nuevo Volkswagen Taigo en la planta de Landaben, en Navarra.

Cada año con el buen tiempo vienen las golondrinas a volar a nuestra ventana. Y cada año con la nueva convocatoria del PERTE (eléctrico) brotan las margaritas en Landaben. Hace un año deshojábamos la flor, preguntándonos si vendría el coche eléctrico o no. Este verano el deshoje se ha adelantado y llegado con antelación, alevosía y "vacacionalidad". Oficiosamente la fábrica de ensamblaje de baterías será fuera de VW, en la ciudad del transporte a cuenta de Hyundai vía Mobis y con un sobre coste de 300 euros por vehículo eléctrico producido en Landaben.

Es preocupante, que una empresa sea más conocida por las noticias que genera, que por sus productos o servicios. En el mundo empresarial no vale el que hablan de uno, aunque sea mal.

Ahora en nuestra sociedad se habla mucho de transparencia, compromiso, responsabilidad social corporativa, cuidado de los clientes, proveedores, accionistas y trabajadores. Por ello en este asunto, surgen muchas preguntas que deberían tener respuesta.

Para empezar y no es la primera vez, que oficiosamente la plantilla se entera de noticias que le afectan por la prensa. Es una mala costumbre que en los dos últimos años se ha vuelto habitual. En este caso ha sido en pleno período de vacaciones.

Curiosamente a las pocas horas de conocerse el acuerdo de gobierno para nuestra comunidad foral y floral, pues parece que Navarra es ese ramo que adorna y que no importa que se marchite, pues ese es el futuro del ramo, y ya se repondrá con otro.

Es cierto que la decisión de dónde y cómo se fabrican y ensamblan las baterías es meramente empresarial. También, es cierto que las administraciones (estatal, autonómica y local) ayudan a favorecer esas decisiones. Por ello, no estará de más que se explique porque se han dado desde el gobierno autonómico ayudas de 40 millones para un cambio de vía dentro de la factoría y aparentemente sin contraprestación de ningún tipo.

Se ha publicado en prensa que la fábrica de ensamblaje de baterías lleva un sobrecoste de 300 euros por vehículo y un aumento de la huella de carbono por el transporte de esas baterías a la factoría de coches. Además de los posibles problemas logísticos y de fluidez en el tráfico de la comarca de Pamplona. En una vía bastante saturada. Todo esto, como encaja con el anuncio de la empresa por reducir costes, y evitar emisiones contaminantes. Y donde entran los objetivos de 2030 del gobierno estatal, autonómico y municipales de varios ayuntamientos afectados.

Además, alguien tiene que explicar a los accionistas e inversores, porque se pierden 300 euros por vehículo. Curiosamente son los mismos que salen del beneficio por producto del ejercicio anterior. Usando los datos publicados del ejercicio anterior. Si dividimos los beneficios tras impuestos de 2022 (87,4 millones de euros) entre los coches producidos 288.088 salen 303,4 euros por unidad. El coche eléctrico es más caro, por su tecnología, pero de entrada ya pierde el beneficio económico que resultaba del de combustión por situar la fábrica de ensamblaje de baterías fuera ¿Cómo se justifica esta decisión?

Si la política de VW es reducir costes y ser menos contaminantes, tienen un difícil encaje de bolillos.

Otro problema es cómo se buscan soluciones a las bajas laborales de una plantilla envejecida y sobrecargada de ritmo. Ya que la nueva planta de baterías ya no va a valer para ello.

La creación de empleo, 200 puestos, es una buena noticia, que se enturbia porque cual va a ser su nivel salarial y su estabilidad. No es lo mismo estar bajo el paraguas de VW que de una filial de Hyundai. Esto afecta a los trabajadores, a la recaudación de la Hacienda foral y al consumo y movimiento del dinero en general. Por lo tanto, a todos y al Estado de bienestar.

Hasta ahora en general los fabricantes de coches no compartían su tecnología en motores, eran exclusivos de su grupo. Por ello llama la atención que se comparta la tecnología de las baterías con la competencia, primero en Sagunto con Ford y ahora en el ensamblaje con Hyundai.

Demasiadas preguntas que requieren buenas explicaciones para los afectados, accionistas, trabajadores y ciudadanos votantes contribuyentes y compradores de coches.

Queda por saber, si la famosa "bañera" el período de transición del vehículo de combustible al eléctrico, será un jacuzzi, un bidé, un lavabo o una piscina olímpica. Independientemente del tamaño habrá que ver también, si persisten las fugas o filtraciones.

El año que viene otras golondrinas volverán, aunque no sabemos si será de margaritas. Lo que sí está claro es que habrá malvas para el Polo. Como el Corte Inglés siempre en primavera, Navarra siempre floral.