Opinión

¡Esos malditos!

El presidente de China, Xi Jinping, durante el XX Congreso del Partido Comunista (PCCh).

El presidente de China, Xi Jinping, durante el XX Congreso del Partido Comunista (PCCh). Reuters

“Cuán gritan esos malditos, / pero mal rayo me parta / si en concluyendo esta carta / no pagan caros sus gritos”. Hoy, la redondilla de Don Juan sigue indignada, pero parece que sale de la taberna de Butarelli y se dirige a toda España.

Parece que las voces socio-comunistas de nuestro gobierno y sus socios, que con desmesura gritan en pos de la igualdad, hoy silencian la composición del buró político chino con 25 miembros y cero mujeres... Igual que gritan el no es no, sí es sí o yo sí te creo, pero silencian a la mujer muerta en Irán por llevar mal puesto el hiyab o a las mujeres muertas por presunto adulterio en el Afganistán de los talibanes. El equilibrio es un eje fundamental de la vida, como ya nos enseñó Platón, pero tristemente, es un bien escaso...

Los gritos por la pérdida de poder adquisitivo no aparecen cuando se trata de 'gobiernos comunistas hermanos' como Cuba o Venezuela, donde el pueblo lleva años atrapado en una miseria total, además de falta de expresión y libertad.
También vemos que los gritos del no a la guerra, criticando desde dentro al propio gobierno por elevar (obligado) su hoy mísera contribución a una OTAN que debe defendernos, desaparecen cuando el guerrero es Putin y vuelven a aparecer para criticar la ayuda en armamento a una Ucrania invadida y machacada.

Los gritos populistas contra la clase media, los emprendedores, las pymes y los autónomos para que paguen más impuestos, se desvanecen cuando se trata de crear empleo; ¿quién si no lo puede crear?

Los gritos por aupar una nueva Ley de Educación que iguale a la baja a los alumnos -¡fuera suspensos y fuera exámenes!-, cesan cuando aparecen estadísticas mostrando que España está en la cola de Europa a nivel educativo. A más borregos, más control y más gran hermano.

La sabiduría y el esfuerzo, los otros dos ejes fundamentales de Platón, se menosprecian...

Gritemos como malditos, en concluyendo 2023, con nuestro voto, para conseguir un Gobierno cuyo principal activo sea la dignidad.