Opinión

PP Civil War

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado.

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado.

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El 12 de abril de 2016, Capitán América: Civil War tuvo su premier mundial en Los Ángeles. La película fue un éxito crítico y comercial, con una recaudación de más de mil cien millones de dólares mundialmente, y recibiendo elogios por las actuaciones (Evans y Downey en particular), la acción, el guion, y los temas. La película trata sobre el conflicto por la división de los Vengadores en dos bandos dirigidos uno por el Capitán América y otro por el Hombre de Hierro con posturas irreconciliables sobre el control de la actuación de los superhéroes.

Hoy 17 de Febrero de 2022, ha tenido su premiere PP: Civil War por el conflicto entre dos bandos aparentemente irreconciliables capitaneados por uno por Díaz Ayuso y otro por García Egea. Por ahora, esta performance tiene el mayor éxito en la atención pública y en los medios de comunicación; y si vendieran entradas para las distintas ruedas de prensa incluso tendría buenos resultados comerciales.

El conflicto que hoy ha tenido su premiere pública no es nuevo, ni siquiera reciente en la derecha española. La derecha sociológica está formada, principalmente, por dos tipos de grupos sociales que les une su distanciamiento o rechazo del ideario de la izquierda pero que les separa su compromiso con la religión católica, osea hablamos de un grupo sociológico vinculado a un ideario político democristiano que sería una derecha catolicista y el otro grupo sociológico vinculado a un ideario político liberal que sería una derecha laica.

En el momento actual García Egea (Con Casado) representar a la derecha catolicista y Díaz Ayuso se ha convertido en la representante de la derecha laica. Y el conflicto entre ambos bandos, independientemente de causas puntuales, en su base está justificado por el interés de ambos representantes en el liderazgo de la derecha sociológica.

Los más jóvenes no conocerán que el General Franco, uno de los mejores representantes de las enseñanzas de Maquiavelo,  en sus gobiernos intentaba nombrar el mismo número de ministros del OPUS (sector catolicista) que falangistas (sector laico) para no dar más poder a un bando que al otro.

El conflicto viene de largo y largamente continuará. Una solución estable podría ser la consolidación de dos partidos políticos uno de corte democristiano y otro liberal que representen a sus respectivos grupos sociológicos pero no es fácil como demuestra el fracaso del proyecto político del partido de Ciudadanos