Opinión

Violencia Obstétrica

Una mujer embarazada.

Una mujer embarazada.

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Ante las ultimas noticias en los medios de comunicación sobre la mal llamada “violencia obstétrica”, que se quiere incluir dentro de la Ley del Aborto, como una forma de violencia de género por la ministra de Igualdad, Irene Montero, me gustaría, como ginecólogo de mas de 35 años de experiencia hospitalaria publica y privada, y como perito judicial en los últimos 25 años, hacer, si me lo permiten y con todo respeto, a titulo privado, las siguientes aclaraciones:

1. Estoy totalmente de acuerdo con la frase del medico norteamericano Howard Haggard que dice “El nivel y posición de la mujer en cualquier civilización es el índice de adelanto de esta.  Esta posición de la mujer puede medirse por el cuidado que se le presta al nacimiento del hijo. Por consiguiente, los avances y los retrocesos de la civilización no se ven en ninguna parte tan claramente como en la historia del parto”. Por lo tanto, creo que el tema de la “violencia obstétrica” nos preocupa a toda la sociedad.

2. He de decir que el termino “violencia” me parece mal aplicado a la Medicina en primer lugar, y en segundo lugar a una especialidad de la medicina, llamada Obstetricia (y Ginecología), igual que a cualquier otra especialidad o profesión, ya que no es correcto ni justo, hablar de violencia quirúrgica, judicial, industrial, etc. Violencia tiene un significado jurídico doloso, que los médicos y los obstetras rechazamos totalmente.

3. Obstetricia (antes llamada tocología) y para los no médicos, es aquella especialidad de la medicina que se ocupa de la atención durante el embarazo, el parto y el puerperio, incluyendo aquellas situaciones de riesgo que requieran de una intervención quirúrgica.

4. La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) se posicionó oficialmente el dia 22 de octubre de 2018: “Violencia obstétrica: Un concepto legalmente delictivo, moralmente inadecuado, científicamente inaceptable”. Para posteriores declaraciones remito a la SEGO

5. Para los políticos que todo lo ven desde una falsa perspectiva de género, unos datos para su consideración: En 1970 solo el 7% de los ginecólogos eran mujeres, hoy lo son el 60% y la cifra va en aumento. También hoy el 91% de las matronas son mujeres. ¿Han pensado en eso las feminazis, que nos acusan a los ginecólogos de violentos?

6. La supuesta “violencia obstétrica” que llega al ciudadano es muy diversa y confusa: parto en hospital en contra de la opinión de la paciente, muchos tactos vaginales durante el parto, inducciones de parto innecesarias, roturas de bolsa amniótica durante el parto sin el permiso de la paciente, aplicaciones de métodos quirúrgicos vaginales para terminar el parto innecesarios, episiotomías (cortes en el perineo de la mujer) innecesarias para finalizar el parto, cesáreas sin indicación médica-obstétrica, etc. etc. El problema es que se dice por los medios de comunicación, lo que se ha hecho en el parto y no “porqué se ha hecho”.

7. No podemos olvidar que gracias de las nuevas tecnologías aplicadas durante el embarazo, parto y recién nacido (RN), hemos pasado de una mortalidad perinatal (semana 28 del embarazo hasta los 7 primeros días de vida del recién nacido) de 20 por mil RN vivos en 1980 al 6 por mil RN vivos en 2019. 

8. Es evidente que en todas las profesiones del mundo hay personas (es la condición humana) que las ejercen sin la ética suficiente para aquellas personas que dependen de ellas, pacientes, ciudadanos, obreros, etc, pero de ahí a que a los que ejercen la profesión incorrectamente, se diga que lo hacen con violencia, me parece injusto y sobre todo que puede tener unas connotaciones con respecto a le Ley, injustas e indeseables para todos.

9. En España, el problema debe ser y es, analizado y resuelto, bajo el terreno judicial de las querellas de malpráctica o malapraxis médica u obstétrica, y no de la supuesta violencia obstétrica en la prensa o en ciertos programas de TV.

10. Desde el primer libro que escribí en 1985 con el titulo de “Parto Humanizado” hasta el ultimo que he escrito sobre el tema en 2018 (“Parto Humanizado en el siglo XXI”), en Amazon, sigo insistiendo en la misma hipótesis desde hace 35 años: “Parto Humanizado = Parto Seguro”. En mi opinión el uso de la tecnología electrónica, para el control del bienestar fetal en el parto, es perfectamente compatible con un parto humanizado o no medicalizado, ya que los métodos de control de la salud o estado del feto durante el parto se pueden utilizar de forma intermitente o por telemetría y por lo tanto no interfieren en absoluto con el desarrollo de un parto humanizado, que es lo deseable para todas nuestras pacientes.

La “violencia obstétrica” no existe o no debe existir en España. Los precursores políticos de esta política del odio en la sociedad española, el partido político Unidas Podemos, los no-usuarios de pasaporte, los que ni leen ni viajan, deben irse a otros países, donde la falta de respeto y los derechos de la mujer, están a años luz de España.