Opinión

¿Por qué ni Polonia ni el señor Gortázar dan en el clavo?

El primer ministro Polaco, Mateusz Morawiecki, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen.

El primer ministro Polaco, Mateusz Morawiecki, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen.

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Hace poco leía un artículo de Guillermo Gortázar donde decía que Polonia daba en el clavo por decidir no cumplir con el derecho europeo. Cuando uno entra a un club o asociación sabe que no adquiere solo derechos sino también obligaciones y que se acepta cumplir las normas del lugar donde se entra, sin existir la opción de solo cumplir aquellas que me interesan. Lo mismo aceptó Polonia cuando entró libremente en la Unión Europea.

Cuando entró a la Unión Europea, Polonia sabía que recibiría dinero, pero que tendría que cumplir con los valores y el derecho de la UE. Por esto, ni Polonia ni el señor Gortázar, dan en el clavo.

En 1989 salió del régimen comunista y sabía que, si quería entrar en las entonces Comunidades europeas, hoy Unión Europea, tendría que democratizarse. En 1991 firmó su Tratado de asociación con la UE y dos años después se establecieron los 3 criterios de Copenhague. En el criterio político tenían que crear instituciones democráticas, el Estado de derecho, el respeto de los derechos humanos y el respeto y protección de las minorías ciudadanas. En relación con el criterio económico tenían que crear una economía de mercado. Y el último criterio, el del acervo comunitario se comprometen a cumplir sus obligaciones y el derecho europeo.

Polonia sometió a referéndum su entrada en la UE en 2003. La participación fue del 58,85% y la entrada recibió el 77,45% de los votos emitidos a favor. En mayo de 2004 entró a formar parte del club comunitario sabiendo que tendría que cumplir sus obligaciones y el derecho comunitario. Desde entonces Polonia ha sido uno de los países que más se han beneficiado de los fondos europeos lo que ha favorecido su crecimiento económico de las últimas décadas.

En los últimos años hemos asistido a una subversión del Estado de derecho en este país. Se han realizado reformas que vulneran los principios y valores de la Unión Europea, algunas destinadas a someter la justicia a los políticos de este. Esto ha desembocado en una sentencia de su Tribunal Constitucional declarando la inconstitucionalidad de algunos artículos del Tratado de la UE y que su derecho nacional está por encima del europeo.

Cuando un país aprueba un Tratado Internacional y este entra en vigor forma parte del bloque constitucional del país, un conjunto de normas que complementan y desarrollan la Constitución de este. Cuando Polonia lo hizo con el de la UE además, aceptó la primacía del derecho europeo, un derecho en el que Polonia ha participado en su elaboración desde su entrada en la UE a través de sus representantes en el Consejo de la UE y la Eurocámara.

No es comparable la pertenencia a la Unión Europea, con la pertenencia a la Unión Soviética y su órbita. Primero porque la pertenencia a la UE es una decisión de libre de cada Estado, mientras la pertenencia a la órbita soviética era más por miedo, presión o invasión. La URSS era un régimen totalitario, mientras en la UE los Estados miembros participan en la toma de decisiones o bien a través de sus gobiernos o de sus representantes en el Parlamento Europeo elegidos democráticamente.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea está formado por jueces de todos los Estados miembros, no es un tribunal extranjero. Sus funciones son interpretar el derecho europeo y aplicarlo, anular las normas europeas y garantizar la correcta actuación de las instituciones europeas y sus Estados miembros. Sus decisiones son de obligado cumplimiento para las partes afectadas y no son un menú para quedarse con lo que nos interese.

En el año 2020 se aprobó la condicionalidad de recibir fondos europeos al respeto de su Estado de derecho. Desde entonces este Estado miembro tiene bloqueadas la recepción de más de 20.000 millones de euros debido a sus violaciones del Estado de derecho, pero si el gobierno polaco persiste en su actitud podría acarrearle también sanciones.

Si Polonia quiere recibir los fondos europeos y no ser sancionados solo tiene que cumplir con los deberes y obligaciones a los que se comprometió al entrar en la Unión Europea. Y si el precio les parece alto siempre pueden salirse de la UE, será una herida que acabará reforzando la Unión Europea y sus valores porque como dice el dicho "lo que no te mata te hace más fuerte".