En las últimas décadas, los pueblos del norte de la región de Madrid, como Miraflores de la Sierra, parecían condenados a ser poco más que segundas residencias para habitantes de la capital y otras grandes ciudades de la comunidad autónoma. Sin embargo, dos factores han posibilitado que, en los últimos años, estos pequeños municipios hayan aumentado su población empadronada. Hacen falta mejorarlos mediante la participación de sus vecinos.
Por un lado, los precios de las viviendas y el aumento de los costes de vida se volvieron inasequibles para jóvenes y familias de la región viéndose empujados a irse a vivir a zonas donde su nivel de ingresos les permite alquilar o adquirir una vivienda y los costes de vida son más asequibles, entre ellos mi familia hace dos años. De otra parte, la Covid-19 y el aumento del teletrabajo han impulsado a trabajadores cualificados a plantearse trabajar desde lugares que les aporten mejor calidad de vida.
Ambos grupos constituyen los que han permitido el crecimiento de la zona rural norte de la región madrileña. No obstante, eso no significa que estas personas permanezcan en el pueblo si las circunstancias que impulsaron su llegada cambian. Por ello, son necesarios eventos que posibiliten su arraigo y les permitan quedarse definitivamente en estos pequeños municipios.
Los grandes eventos parecen algo reservado para la regeneración y el desarrollo de las ciudades, pero en un pueblo, como Miraflores de la Sierra, pueden ser un medio para cambiarlo e impulsar un desarrollo sostenible. El Festival "Balcones de la Villa" es el mayor ejemplo de ello, este gran evento de este municipio que se hace desde la participación vecinal puede servir para canalizar un desarrollo sostenible de este, rehabilitar edificios y crear empleos que permitan un arraigo y vinculación de estos nuevos habitantes con el municipio.
Además, eventos de este tipo, pueden permitir dar más visibilidad a estos municipios frente a las autoridades locales, regionales y nacionales. Lo que puede servir de presión para que estas se planteen mejorar y ampliar las diferentes infraestructuras de transporte, sanitarias, culturales y educativas.
El aumento de la visibilidad de los pueblos de la zona norte de Madrid ha coincidido, casualidad o no, con el inicio del proceso para ampliar la línea de cercanías desde Colmenar Viejo a municipios más pequeños de la zona, algo que facilitará el transporte de los que trabajamos en Madrid capital. Pero las autoridades también se darán cuenta de la necesidad de mejorar otras infraestructuras.
Las infraestructuras educativas en la zona norte son escasas. La oferta de bachillerato y Formación Profesional en la zona es escasa y los centros que se pueden encontrar que los imparten se cuentan con los dedos de una mano. Al mismo tiempo, las plazas son insuficientes para garantizar un futuro laboral a los niños y jóvenes en la zona, lo que forzará que poco a poco se vayan yendo a las grandes ciudades de la región para continuar su formación al dejar la ESO. Por ejemplo, mi hijo tiene que irse hasta Colmenar Viejo para estudiar una Formación Profesional Básica.
En sanidad muchos de estos municipios solo cuentan con un consultorio con uno o dos médicos y que, como mucho, solo atienden en horario de mañana. Sería necesario ampliar los horarios y el personal para mejorar el acceso al servicio de los nuevos pobladores. Y el acceso a servicios de especialistas, al menos de urgencia, a menos de una hora de distancia para garantizar una mejor atención sanitaria.
El Festival de Balcones, impulsado por la asociación Miraflores Villa Florida y con la participación de los vecinos, nos ha ayudado en Miraflores de la Sierra a dar visibilidad y mejorar la imagen de nuestro municipio recuperando sus habitantes la tradición de colocar plantas y flores durante la primavera y el verano. A iniciativa de los vecinos se colocaron jardineras muy chulas con flores y plantas en las farolas del municipio. Está propiciando la rehabilitación de edificios, el ayuntamiento se está planteando crear la casa de las Flores. Ha impulsado la creación de nuevas empresas en el municipio.
No es ni debe ser el único evento porque el municipio necesita que le demos vida y visibilidad todo el año. Esa vida tenemos que dársela todos los vecinos, nuevos y veteranos, para forjar relación y vínculos que nos unan en el mejor interés por nuestro municipio. Juntos hacemos que municipios como Miraflores mejoren con nuestra participación.