Opinión

Campeón

Pedro Sánchez, durante un mitin en Málaga.

Pedro Sánchez, durante un mitin en Málaga. EFE Málaga

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Pedro, eres un campeón, un fenómeno, alguien a quien nunca pensé iba a reconocer el mérito de su demérito, basado en el esfuerzo y vida de otros y otras —única concesión a la gilipollez progresista del lenguaje en este artículo de opinión—. «Se acabó la tontería», en palabras de un socialista de toda la vida, que alaba su gestión en el gobierno de este hermoso país llamado España y me echó en cara mi opinión con argumentos muy sólidos; tanto o más que la autoría íntegra de la tesis doctoral en Economía. Ironía.

Gobierno de coalición

Esta criatura conformó el primer gobierno de coalición de nuestro país. Los electores entendieron mal aquello de gobernar junto a Iglesias Turrión, Pablo Manuel, y la posibilidad de dormir o no por su compañía en el Consejo de Ministros. Cada uno gobierna en su ministerio, vicepresidencia, despacho y mesa. ¡Cómo iban a gobernar desde un lugar común! Somos unos «malpensados».

Además, para evitar el desboque de Pablo Manuel, nada como incluir a la madre de sus hijos en el gobierno. Así, de esa forma, el muchacho dejará de corretear por ahí, dotará de un sentido más que femenino a la política y cumplirá aquello de «aquí hago lo que me da la gana, siempre que mi 'Santa' esté de acuerdo».

Lejos de estar contento por ello, fue feliz al nombrar ministras a mujeres más que ningún otro país del mundo. En cuanto se enteren en algún país comunista —a nivel oficial—, harán ministras a 300 señoras y nos dejan en ridículo. Mientras, Pedro, como un campeón.

Economía

Es el mejor presidente que hemos tenido la suerte de padecer en la historia. Hemos de espabilar, saber con quién tratamos y a quién debemos tantos y tantos avances en el terreno económico. Nunca, nunca, tuvimos a un Doctor antes de ser presidente del Gobierno —escribo con mayúscula porque se merece la loa superior— y más en el terreno económico.

Cuando todo se puso de culo con la pandemia, Pedro salvó con las medidas de los ERTE a cientos de miles de personas y millones de empresas —me hago un lío con los «miles» y los «millones», ¿será culpa de los fichajes en fútbol o el peso del grano de cebada?—. Es una tontería el invento regulatorio de época de los «peperos». Su implantación, uso, aplicación y puesta a disposición de los trabajadores, han sido obra y gracia de Pedro, campeón. Algunas gentes achacan la autoría a sus ministras y se niegan a reconocer el mérito de él. ¿Qué harían ellas sin su guía espiritual, político e ideológico? Nada.

Salud

La salud es un tema vital para todo ser vivo. Ustedes tienen un bajo concepto de la existencia, más aún cuando la pérdida de algún familiar, amigo, conocido o desconocido se hace presente a cada momento —me llega el recuerdo a D. Manuel Matías Fernández Zurdo, fallecido por Covid-19, Dios lo tenga en su gloria—. Retomo. Gracias a la gestión de la pandemia, Pedro nos ha salvado a más de 50 millones de habitantes de España.

Supo cuándo y qué medidas tomar; restringió las medidas y derechos de libertad individual; legisló para evitar los contagios. ¿Quién nos ordenó evitar las aglomeraciones, reuniones, viajes, celebraciones, asambleas, manifestaciones, actos públicos y lúdicos, acontecimientos deportivos y resto de homenajes a mujeres y hombres? Olvidaos de los actos del 8 de marzo de 2020, nadie podía prever que el virus —bicho «hideputa»— se fuera a desperdigar por todas las asistentes y se contagiara al resto de criaturas en los días posteriores. Poco reconocéis las medidas de seguridad que tomaron con vosotros.

Seguridad

Como un campeón, Pedro. Si algunos achacan a Zapatero haber vencido a ETA, la realidad es otra bien distinta. Ha sido Pedro, el gran Pedro. Gracias a las gestiones de Pablo Manuel, siguiendo sus instrucciones, llegó a acuerdos con EH Bildu, presunto brazo político de la banda terrorista. Bien afirmo «presunto», al ser mera coincidencia que ellos estén de acuerdo: los terroristas, estén en libertad o cumpliendo condena, los representantes electos y aquellos que quieren serlo.

Ha conseguido reagruparlos en establecimientos penitenciarios cercanos a la comunidad autónoma vasca y navarra. Es más, pese a las presiones de anteriores gobiernos —incluido alguno de eso que llamaron «la PSOE»—, ha logrado que ninguno de ellos se arrepienta de manera efectiva, real y creíble; ninguno ha colaborado en resolver casi de 400 asesinatos; ninguno ha pagado las «obligaciones voluntarias» de sus condenas. Además, ha entregado la gestión de los establecimientos penitenciarios al Gobierno vasco. Ahora los «recojenueces» tienen la llave de la puerta. ¿Cuánto tardarán los terroristas en desfilar por las calles? Poco, demasiado poco, en breve.

Afirmaciones

Las afirmaciones de Pedro fueron mal interpretadas. Cuando dijo «no», quiso decir «sí», «vaya» o «quizá», en el peor de los casos. Nos hemos dado cuenta que Pedro puede decir una cosa por sí mismo y hacer otra tras ser nombrado presidente.

¡Hemos confundido a un humano con un campeón! ¿Habrán aprendido sus votantes?