Opinión

Señor Pablo Iglesias, hágase empresario

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en el Congreso. /Efe

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, en el Congreso. /Efe

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Señor vicepresidente: de la tolerancia a la intolerancia solo hay un paso, muy pequeño. Usted ha sido muy intolerante con el poder pero no ha dudado en colocar a su mujer como ministra, con comprarse una piscina a la media hora de estar en el cargo y lo entiendo, la gamba con cerveza y sol es apetecible para todos, hasta para los comunistas. Ha sido intolerante con Dina que para protegerla le ha deshecho la tarjeta del móvil, a lo mejor ella quería conservar las fotos.

Y así nos encontramos con su discurso contradictorio y la revolución de amigas, consejeras, sueldazos, niñeras... y más.

Ahora dice: "España no es una democracia", entonces, ¿cómo consiente seguir en el poder cobrando de un sistema que le parece deleznable? ¿Cómo se rebaja a pertenecer a una casta que no le gusta? Aquí, practica la tolerancia.

Hágase empresario, revolucione el sistema desde la independencia económica y no desde la rueda. Imite a Amancio Ortega.