Por el infierno agredido
y del cielo aconsejado
no he de verme desbordado
en la lucha que he emprendido.
Ningún bicho me conmueve,
ni gigantes, ni molinos,
ni manadas de gorrinos
y ni el Covid Diecinueve.
Propagar este brebaje
que surge tras de la daga
es labor propia del paje
y del caballero que indaga
y que lucha en el paraje
y que derrota a la plaga.