Opinión

Mi homenaje a la Taberna Laredo

Taberna Laredo.

Taberna Laredo.

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Sin duda, uno de los mejores sitios para tapear en Madrid es la zona del Parque del Buen Retiro. En ese emplazamiento hay numerosas tabernas, bares y restaurantes espectaculares para ir de vinos, de cañas, a comer, a cenar o a lo que quieras, siempre y cuando busques buenas experiencias gastronómicas.

No voy a entrar en cuánto puedes gastarte en cada uno de ellos por comensal; principalmente, por dos motivos: no soy quien para valorar y no es el motivo de este artículo que me apetecía escribir.

Lo cierto es que en cualquiera de ellos te sientes como en casa. La gente que frecuenta la zona es muy variopinta, con una sola cosa en común: se busca disfrutar de la buena comida y de la bebida. Por eso, no es de extrañar que te encuentres con varias personas que lo hacen en soledad.

La oferta gastronómica es muy extensa y el ambiente que reina en aquellas calles lo hacen ser una zona muy especial. Llevo más de quince años dejándome caer por allí (es mi zona preferida). No percibes rivalidad entre los establecimientos, sino más bien lo contrario. Las personas famosas pueden moverse con plena libertad entre cualquiera de los locales del barrio.

Pero, si tengo que elegir uno de todos ellos, me decanto por la Taberna Laredo. Un sitio familiar, y no solo porque los tres hermanos están al frente, sino también porque te tratan como a familia en cada una de tus visitas. Despejan cualquier duda que tengas y te aconsejan para que tu experiencia sea positiva.

También elijo este local porque, a pesar de su éxito, constancia y ser el preferido por muchísima gente relevante en distintas áreas de la vida, ellos no han dejado que se les suba a la cabeza. Siguen siendo los mismos chavales que, junto a su madre, un día decidieron abrir un pequeño local e ir creciendo si se propiciaba la oportunidad. Ellos están ahí siempre al pie del cañón, tratando a todo el mundo por igual con la misma pulcritud y excelencia.

Desde que hace casi un año el Covid llegó a nuestras vidas, no les he visto venirse abajo ningún día. Seguro que han tenido momentos malos, pensando en cómo superar la situación y reinventarse. Pero jamás les ves ningún desaire y siempre están pensando en cómo saltar el próximo obstáculo para seguir dando un buen servicio y que sus clientes puedan seguir disfrutando de su oferta.

Prefieren trabajar más horas, lógicamente, pero se han ido adaptando a la normativa sin rechistar y con el único objetivo de seguir. Hay que seguir adelante, es su único pensamiento…

Su equipo, ¡ay, madre, su equipo! Han conseguido crear un grupo donde domina la figura de la mujer capaz, rápido y profesional. Nunca les ves con las manos vacías y allí no existe jerarquía tipo “yo no recojo la mesa, solo tomo nota”, o cosas así. Allí todos lo hacen todo de manera coordinada y eficiente, incluidos los dueños.

No voy a recomendar qué tenéis que comer o beber allí. Deberéis ir y probarlo vosotros mismos.

Como clienta, me apetecía daros las gracias de una manera diferente por lo bien que nos cuidáis y porque no solo sois vosotros quienes tenéis que estar agradecidos a vuestros clientes, como nos hacéis saber a menudo.

Os merecéis este pequeño y humilde reconocimiento.

Finalmente, aprovecho para destacar la labor de la hostelería en su totalidad. No seríamos nada sin los bares.