Opinión

El progresismo mal entendido

Pablo Casado y Pablo Iglesias, en el Congreso de los Diputados.

Pablo Casado y Pablo Iglesias, en el Congreso de los Diputados. EFE Madrid

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Estamos, sin duda, viviendo un momento histórico en España. El momento está marcado por la desintegración del país tal como ha sido desde el momento de la transición, cuando el rey Juan Carlos no quiso ser un dictador con el poder que le cedió Franco. Le salieron mal las cosas al dictador. El inicio de la guerra fue marcado por el movimiento republicano y la división de las dos Españas -basta pensar en las guerras Carlistas- que tuvo como respuesta de los conservadores el levantamiento de un ejército en parte fascista.

El fascismo hay que recordar nace en Italia y Alemania. En España, el fascismo que se generó no tuvo un cariz de ocupación expansiva o de raza. Son dos fascismos distintos, después de la guerra civil padecimos un régimen fascista pero el pasado o el futuro son siembre inciertos y hacer proyecciones de lo que hubiera pasado en caso de que el bando republicano hubiera ganado la guerra es imposible.

Hay en España un imaginario, por parte de la derecha radical, de que si los vencedores hubieran sido el bando republicano hubiera surgido una España comunista satélite de Rusia, como ocurriera con los países del este de Europa, pero esto sólo pudo ocurrir desde la ocupación rusa del este de Europa. Lo que sí es cierto es que no podemos comparar lo que hubiera sido una república en España con la francesa o la italiana, pues la creación de las entidades nacionales presentes está marcada por procesos históricos distintos. No tendría por qué haber sido la española una república exitosa.

Por otra parte, es cierto que las masas pueden ser manipuladas y transformadas por el poder. Basta pensar en Ortega y Gasset con su ensayo La rebelión de las masas o la manipulación de Hitler o Mussolini en Alemania o en Italia.

Franco no entró en la Segunda Guerra Mundial, no sabemos qué hubiera pasado en su caso, pero sí las consecuencias, la creación de un régimen dictatorial en España. Franco asesinó, los republicanos también y el tiro en la nuca fascista funcionó después de la guerra muchos años.

Volvamos al punto de partida de este artículo. El momento de España es su federalización, no temamos por convertirnos en Cuba, más bien en la Argentina peronista que ha generado tanta pobreza en ese país. El juego de Cataluña, que está por ver en el futuro, es de “alguna forma” seguir unida a España como parte fundamental de su progreso. No temamos, no se va a romper España, pues ni al País Vasco, ni a Cataluña les interesa desde un punto de vista económico y del papel que jugarían en el mundo ser países independientes.

No se puede decir que Pablo Iglesias y Pedro Sánchez sean dictadores, pues su poder ha nacido desde nuestra democracia. Son más bien el reflejo de una España que poco a poco ha ido perdiendo consistencia desde la Transición: los mejores años de nuestra historia reciente. Quieren el poder. El poder ante todo, cedido por las urnas. Así que el gobierno ha nacido de la democracia. Y cambiará con la democracia. No hay peligro alguno en ese sentido.

Volvemos a tener, no sólo una guerra ideológica, sino un cambio en la manera del cómo se ejerce el poder en el Congreso de los Diputados y el Senado, todo indica que por orden y mando. Lo cierto es que ya la palabra progresismo ha perdido todo su valor. ¿Puede ser la derecha progresista?: sin duda. No es dueña de esa palabra la izquierda. El progresismo es progresar como país. Progresismo no es ideología, hoy en día es crear riqueza en el país, así, las colas en busca de comida de las ONG desaparecerían, permite la riqueza la creación de empleo de mejor calidad que resuelve el problema de los pagos de las viviendas al subir los salarios minimizando la problemática de los desahucios.

A pesar de la riqueza, siempre habrá población que precisará vivienda social y ayuda estatal. En ese terreno es donde hay que trabajar, pero no con chapuzas para conseguirlo de inmediato. No es progresismo a ritmo de decreto legislar. Sin debate: la ley de la eutanasia, los desahucios o la de educación. ¿Por qué sólo no se pueden desahuciar las viviendas impagadas por unos meses, hasta mayo? Son parches. Sin progreso el problema emergerá después de mayo de nuevo.

Se ha intensificado debido a la gobernanza de Unidas Podemos y el Partido Socialista las dos Españas. Y estas dos Españas las está generando una izquierda que no hará progresar al país ni crear riqueza. Tenemos un gobierno que no se hace eco de lo que ha sido la democracia desde la Transición, cuando el rey Juan Carlos no quiso seguir el camino de Franco.