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Los gabinetes de las mentiras

Fernando Simón, a la izquierda, junto a Pedro Sánchez.

Fernando Simón, a la izquierda, junto a Pedro Sánchez.

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En 2004, el Partido Popular mintió al pueblo español sobre la autoría de los atentados del 11-M. El PSOE ganó esas elecciones en base a las propias mentiras de Aznar. Aún recuerdo, siendo un quinceañero, cómo el eterno hombre del aparato del PSOE salía ante los medios y emitía en un tono solemne: “España se merece un Gobierno que no le mienta”, ese eterno líder orgánico era el fallecido Rubalcaba. 16 años después nos enfrentamos a la mayor crisis de nuestra democracia, incluso mayor que el 11-M, porque todos los días ha habido varios 11-M en nuestra tierra, más 44.000 muertos, que el propio Gobierno y Sánchez negaban diciendo que eran 28.000; mintiendo a nuestro pueblo, a nuestros compatriotas, a las familias, y eludiendo responsabilidades sobre estos hechos.

Pero, por si fuera poco, también mintieron en la gestión de la crisis. Lo que le costó al PP un Gobierno por mentir al pueblo, parece que el PSOE de Sánchez emula a ese PP de Aznar que en su soberbia nos engañaron a todos. Un ejemplo de esto es que Sánchez se inventó un comité de expertos que nunca existió, y lo muestra como los auténticos gestores científicos de esta crisis, gestores que no existieron. Por eso, eliminó de facto la ley de transparencia.

Por eso, engañó a todo un país en su eterna rueda de prensa repitiendo frases como “lo que importa es que son funcionarios del Ministerio de Sanidad quienes junto a las direcciones de Sanidad Pública de las comunidades, deciden de manera coordinada los territorios que pueden pasar de una fase a otra y eso es lo más importante” o "estamos siendo asesorados por expertos de una extraordinaria calidad desde el punto de vista científico y de compromiso de servicio público y lo único que puedo hacer es reivindicar su profesionalidad y reconocer su compromiso”.

Menuda asesoría… Pero ojo, justo antes de que la crisis estallara dijeron más mentiras, como: “La Covid-19 tiene posibilidades de remitir y no es excesivamente transmisible” dijo el mismo Fernando Simón el 1 de febrero. Otra mentira… Pero, te pregunto, querido lector ¿nos merecemos un Gobierno que nos miente constantemente? Yo creo, al igual que Rubalcaba, que España se merece un Gobierno que no le mienta. Ni PP, ni PSOE, ni los populismos –de izquierda y de derecha– cumplen ese criterio y han convertido la mentira en un arma de destrucción masiva contra el pueblo.