Ver cómo se polariza la opinión de los españoles de unos años a esta parte, produce pensamientos que invitan a una reflexión profunda.
Cada uno de nosotros debería pensar por qué hemos llegado hasta aquí, y lo que es más, para qué y qué podemos esperar de ello.
La pandemia ha precipitado, y mucho, está polarización.
El Gobierno ha utilizado los poderes del estado, a través del estado de alarma, y ello ha generado que no pocas decisiones sean cuando menos, discutibles.
En el futuro, si han cometido acciones sancionables, ya se verá, pero hoy es urgente encontrar la forma de aminorar las consecuencias del parón económico y afianzar la ralentización del virus para todos nosotros, en especial para los más débiles.
Es evidente que en la polarización política, hemos traspasado muchos límites y hasta ahora nada positivo hemos conseguido.
Por ello y ya que tenemos claro que nuestras ideas chocan por los extremos, deberíamos buscar como conseguir que nuestros gobernantes se sentaran a una mesa y encontraran puntos de entendimientos.
Sería de gran ayuda buscar personas con conocimientos y capacidades demostradas en el ámbito de la negociación, que las hay y muy buenas, a ser posible lo menos impregnado de los avatares de la política y formarán una comisión para tratar de llegar a ese necesario acuerdo.
Su decisión debería ser una hoja de ruta para gobierno y oposición.
Mientras, deberíamos fijar la atención en aquellos partidos que buscan a nivel nacional acuerdos que beneficien a todos por igual, sin condicionamientos regionales.
Ahí, Ciudadanos tiene mucho que decir, porque su razón fundacional lleva a buscar entendimientos con todas las fuerzas que integren un beneficio común.
Ojalá sus acciones contribuyan a disipar está peligrosa aventura.
Hemos sufrido demasiado. De seguir así nada bueno será lo que nos depare el futuro.