Después de asistir en los últimos días al bochornoso espectáculo protagonizado por el secretario de organización del PSOE (José Luis Ábalos), tras su reunión con la ilegal, ilegítima y delincuente vicepresidenta de Venezuela, en Barajas, me viene a la mente, tanto por lo grotesco de la situación como por la pinta del personaje, la magistral saga de Santiago Segura: Torrente, el brazo tonto de la ley.
En concreto, en su tercera entrega, el gordinflón y desarrapado Torrente es seleccionado para proteger a una activista por los derechos medioambientales, que había sido amenazada por unos malvados defensores de oscuros intereses empresariales, contrarios a la conservación del medioambiente. Pero claro, Torrente no había sido seleccionado para el puesto precisamente por su profesionalidad e inteligencia, si no que había sido seleccionado, justamente, porque su incompetencia garantizaba que la citada activista sería eliminada.
Al igual que Torrente, creo que Ábalos fue seleccionado para comerse el marrón de ir a Barajas a recibir a la número dos de Maduro para, con su acreditada incompetencia, liar aún más la situación.
La vicepresidenta bolivariana venía a Madrid, muy farruca ella, a exigir a Sánchez que al día siguiente no recibiera a Guaidó. Y es evidente que Delcy llevaba juego. Solo alguien con abrumadoras pruebas del dineral que ha entregado a Podemos y al PSOE, para promover el chavismo en España, se atrevería a aterrizar en la Unión Europea, dónde tiene prohibida su entrada por, entre otras lindezas, asesinar a su pueblo, traficar con cocaína, encarcelar opositores, torturar presos políticos, arruinar a Venezuela y además provocar un éxodo de 5 millones de personas.
Al igual que Torrente, para cumplir su misión, se rodeaba de una cohorte de sórdidos incompetentes, Ábalos cuenta con el inestimable apoyo del nefasto Zapatero, que para acabar de arreglar el entuerto, no se le ocurre otra cosa que irse a ver a Maduro, provocando así la alarma total en la ya mosqueadísima Administración Norteamericana, que prepara un paquete de sanciones contra España por colaborar con narcodictaduras genocidas.
Pero, ¿quién es el malvado de esta película? ¿Quién selecciona a "Torrente Ábalos" para que ayudado del inepto Zapatero destrocen el prestigio de España en Estados Unidos y en la Unión Europea? ¿Quién es tan listo que consigue que Sánchez no reciba a Guaidó, que Delcy "la fea" no divulgue las pruebas de la financiación al chavismo español y que España quede ante el mundo como una República bolivariana?
Pues creo que si Santiago Segura se animara a hacer la sexta entrega de Torrente, el papel del malo, sin duda, lo interpretaría Pablo Iglesias, el de Torrente para Ábalos (que además usa su misma talla) y el del imbécil que le acompaña para Zapatero. La película se podría llamar "Ábalos, el brazo tonto del gobierno".