Comienzan los análisis resumen del año que está a punto de acabar. El 2019 termina como todos los años, con el discurso del Rey en el que se reproducen todos y cada uno de los asuntos que tanto a él como a muchos de nosotros nos preocupan.
Paro, la amenaza soberanista catalana, el eterno Gobierno en disfunciones y, aunque tibiamente, la polarización ideológica del arco Parlamentario.
Para mí este año pasará a la historia por ser el de las dos elecciones de las que he formado parte, el de la sentencia de los ERE, cuasi olvidada a pesar de ser el mayor caso de corrupción política de nuestra historia, el de todo un año de desgobierno y de unos triunfos deportivos entre los que destacan unos cuantos títulos más del mejor deportista español de la historia: Rafael Nadal.
Personalmente ha sido un año de cambio, de giro de 180 grados en mi trayectoria personal, laboral y vital. Rodeado de grandes personalidades, de personas de Estado, de gente que ya está haciendo historia, he tenido la infinita fortuna de que mis compañeros de partido hayan confiado en mi persona para convertir en hechos sus inquietudes ideológicas. Hoy estoy entre los que mantendremos vivo al centro político e ideológico en un Congreso huérfano de moderación, hastiado de gritos y preso de océ anos de ciencia con medio milímetro de profundidad.
El 2020 a los de Ciudadanos nos toca ser dique de contención de los extremos, poner voz a una mayoría social que, aunque no lo ha mostrado en urnas, demanda progreso, soluciones a los problemas obviando enfrentamientos pueriles rescatados de épocas pasadas. España no merece que sigamos viendo el show de, por un lado los que quieren destruir nuestra nación, y por el otro los que se auto erigen como los únicos defensores desde la demagogia más profunda. Ambos dicen ser víctimas de los otros, pues no, las víctimas no tienen escaño.
A los españoles se les defiende desde las soluciones a sus problemas, dejando de hablar desde unos ombligos que trasmiten la idea irreal de buenos y malos, de héroes y villanos.
La solución a un extremo no es el contrario, es el centro que pone su foco en las necesidades de todos, ahí van a encontrar a Ciudadanos, con 1, 10, 57 o 100.
Concluyo esta pieza agradeciendo a este medio la oportunidad de expresarme, varios años son ya, y deseando a todos felices fiestas y un buen 2020, en el que, como hago desde los 24 años, trabajaré como servidor público.