Blog del suscriptor

El PSOE de ZP y Sánchez - un cáncer para España

  1. Blog del suscriptor
  2. Opinión

La cosa viene de lejos. Es lo que tiene convertir a la juventud más culta del mundo, que es la que se encontró Felipe en el 82, en manadas incultas de votantes progres, o sea, en muchedumbres con la mente abierta para que les cale cualquier boutade giliprogre, desde el cordón sanitario a la derecha (facha el que no bote), hasta la adoración a monstruitos como la tal Greta, o a las tragaderas para aceptar Memoria Progre como animal de compañía. Claro que en aquel momento Felipe y Guerra se creían dueños del "PRI a la española" para 40 años, con su lavadora industrial de cocos, o sea, con su mafia infecta a base de PRISA, Universidades, y los actores, escritores y cantantes de la Bodeguilla. Trincaban billones de las antiguas pesetas como quien mea, con las cajas de ahorro a su servicio y los macroingresos del IVA, IRPF y subvenciones de la UE.

El advenimiento de Aznar provocó un cambio de estrategia sociata. La reparación espectacular que el PP hizo del desastre total económico y social que, axiomáticamente, lega el PSOE cuando deja de gobernar, hizo que Iñaki Gabilondo (otro cáncer vestidito de moderación falsa) juntase a Cebrián (testaferro de Felipe) con Arzallus (recogedor de nueces sacudidas por etarras), para empezar a tocar los huevos por autonomías, ya que lo de gobernar España se les ponía en chino. Y ahí, como diría Vargas Llosas, se empezó a joder el Perú, pues se sembró suficiente dosis de traición a España como para que PNV/HB y CiU/ERC empezasen a diseñar su manera de mostrar la más profunda deslealtad a la Constitución.

El 11-M fue la guinda del pastel, pues fue un golpe de estado como una casa, que supuso el cambio de régimen, aunque tantos se hagan el despistao... "Hacerse el loco", ese es el pecado mortal de la mayoría de españoles, que ya pasan de saber lo que hubo detrás del 11-M, de secuestradores y asesinos como Otegui o Sastre, de homenajes a etarras, de la bazofia guerracivilista del zapaterismo y del sanchismo, del comunismo chavista de Podemos, de los golpistas catalanes, del nazismo ya descarao en los separatismos vasco y catalán, y de la vergüenza repugnante de canales como la Sexta TV, con auténticos gánsters de la comunicación, capaces de dedicar años de tertulias a la Gürtel mientras ocultan el desfalco del tesoro de Andalucía a manos de las hordas socialistas, o de preparar otra cenita secreta, esta vez Roures, entre golpistas, comunistas y socialistas, el trío más vomitivo de la democracia.

Ahora resulta que hay que inyectar en vena al mundo que Abascal, que no ha propuesto saltarse la constitución en nada, es un peligro terrible e insoportable, mientras Sánchez, tras fracasar en su intento de obedecer al mafioso Roures, busca coaligarse con Pablo Iglesias, ese que se emocionaba en 2015 al ver a un malnacido intentar rematar a un guardia ciivil metiéndole un bloque de cemento en la cabeza, o que explicaba a sus alumnos las bondades de los cocktail Molotov, y de liarse a hostias con "los fachas".

Sánchez, que cae mal hasta a muchos de los suyos, ha hecho el ridículo más espantoso el 10N, pero además ha despertado a millones de ciudadanos, a los que ya no se les ha podido robar entrevistas o debates con Abascal, que cae bien a casi todo dios, precisamente porque el 90% de lo que dice le cuadra a cualquier persona de bien. Ese guerracivilismo hijoputesco le va a costar a Sánchez lo que merece, sea tarde o temprano: salir de la política con deshonor, como un cáncer para España entera. Lo malo es que este tiparraco nos va a dejar el país como un solar.