Blog del suscriptor

Videos y Redes

  1. Blog del suscriptor
  2. Opinión

Corre por las Redes y medios de comunicación el video de un tipo insultando y agrediendo a una mujer en un autobús de Madrid, este tipo es un xenófobo impresentable, y algunas cosas más, que no pongo aquí por respeto al lector, por supuesto merecedor de que la justicia le impute por delitos de violencia, racismo y xenofobia.

Dicho esto, me hago una pregunta, ¿Por qué para algunos, esto es culpa y una consecuencia de la política de partidos de derechas o de centro? y sin embargo la violencia en las calles de Cataluña, ¿Solo es responsabilidad de unos pocos violentos? y ¿no tiene que ver nada la irresponsabilidad de los nacionalistas e independentistas que los apoyan? y ¿los partidos que apoyan a los nacionalistas e independentistas?, hay que ser más ecuánime y no justificar ni a racistas, ni a violentos si no queremos tenerlos en nuestras calles.

Hay que separar estas formas de hacer política, si queremos de verdad llegar a una convivencia en paz y armonía; pero vemos con frecuencia, sobre todo en campaña electoral como estamos ahora, la utilización por partidos, de un lado y de otro, de estos actos para atacar al contrario, y eso no es bueno. Hay que cambiar esta forma de hacer política tan ruin, tan mala, y creo que mientras no cambiemos los políticos que tenemos ahora, de un lado y de otro, no cambiará esta forma de hacer política.

La verdadera democracia está en permitir todas las ideas o pensamientos, incluso su exposición de motivos, pero si esas ideas o motivos se justifican y se tratan de imponer con violencia, agresiones, etc. ya no es democracia, y no tiene justificación ninguna. Democracia es permitir la exhibición y exposición de esas ideas, a eso se llama “libertad de expresión”, pero no la imposición por la fuerza o la agresión.

De todos es conocida la famosa frase atribuida a Voltaire “No estoy de acuerdo con lo que dice, pero defenderé con mi vida su derecho a decirlo", pero se refería a su propia vida, no a la de los demás que le rodean; que cada uno haga de “Su capa un sayo”, osea “obrar alguien según su propio albedrío y con libertad en cosas o asuntos que a él sólo pertenecen o atañen”.