Marlaska ha hablado. Y lo ha hecho para, como Ministro de Interior, darnos efectivísimos consejos para salir airosos de la crisis de seguridad que sufren nuestras ciudades. Oigan, lean y flipen: “cambien la cartera de bolsillo“. Palabra de Marlaska.
Fíjense que era este Magistrado uno de los que más crédito tenía para ejercer su labor como titular de la Cartera de Interior, (junto a Pedro Duque, cuya foto de “se busca” ya cuelga de las paredes del Congreso), pero ya el deber supera por mucho al haber en su cuenta.
No contento con embarrarse en un pueril comportamiento con Ciudadanos, provocando a las masas para enfrentarse a los representantes del partido naranja y después justificando la violencia, ahora nos sorprende con políticas serias y efectivas para combatir esta crisis de seguridad, (léase la más amarga de las ironías).
Creo que los españoles deberíamos hacer un change.org para pedir que este gran Magistrado de la Audiencia Nacional vuelva a su antaño más provechosa ocupación.
Hoy, hablando con un compañero suyo de partido no pude evitar preguntarle, quizás con descarada ansiedad, interés y hasta desesperación, si nuestro Ministro tenía intención de repetir en el cargo. ¿Su respuesta? La esperada y no deseada.
No es su cartera precisamente una responsabilidad menor. Tiene en sus manos la seguridad de todos, la política migratoria, las fuerzas y cuerpos de seguridad, la política penitenciaria y una cantidad cada vez mayor de servidores públicos que demandan con justicia mejoras de condiciones laborales, etc. Le queda muy grande el cargo.
Los dichos populares, como los Simpsons, lo saben y predicen todo, con Marlaska no iba a ser menos. Todos no valemos para todo, Señoría.