No podía dejar pasar por alto la segunda película del director Jordan Peele. Su primer largometraje, “Déjame salir” (2017), supuso para mí una de las mejores y más refrescante propuestas cinematográficas de los últimos años. Con una película de argumento absolutamente original, Peele aunó lo que de inicio parecía una comedia romántica con drama racial de fondo, con un estimulante e inquietante film de terror.
Todo esto plasmado de una forma tan desconcertante y bien hecha que provocó en mi una sensación de descoloque y disfrute muy similar a la que tuve un 1992 cuando vi esa obra tan diferente pero igualmente sorprendente que es “Juego de lágrimas” de Neil Jordan.
Lo primero que me llama la atención es la escasa trascendencia de un film que a diferencia del impacto de “Déjame salir” ha pasado bastante más desapercibido. Quizás la respuesta a esto pueda estar en que la apuesta por el terror es mucho más nítida y evidente desde el principio, lo que le da al film una menor ambigüedad narrativa y una oscuridad de inicio que lo convierte en una obra de género quizás algo menos generalista.
Pero más allá de estas consideraciones, lo que es evidente es que “Nosotros” es una historia tan original y brillante que en sus dos horas de duración tiene al espectador tenso y pegado a su butaca gracias a un ritmo que consigue mantener el interés en todo momento y que no cuenta con pausas ni altibajos en su desarrollo. Es puro disfrute.
Esta historia, planteada con originalidad y frescura e incluso a veces, de forma sorprendente, cierta ligereza, aúna lo que sería “La noche de los muertos vivientes” o “La invasión de los ladrones de cuerpos”, con la figura del doble, que aquí, más allá del mito de Jekyll y Hyde, intenta trascender y dotar de cierto mensaje a la trama, llegándonos ecos de films tan en las antípodas del que nos ocupa como “La doble vida de Verónica” de Kieslowski, mezclados con algunas dosis de Kubrick y Shyamalan.
Formalmente el film es impecable, fresco, muy original y a pesar de su argumento, tiene algunos momentos de desenfado que se acoplan perfectamente a su estructura. Magnífica también es la interpretación de Lupita Nyong'o, en un doble papel portentoso e impactante, de los que se te quedan grabados en la memoria, y que por fin da la medida interpretativa que todos esperábamos tras su papel hace 5 años en “12 años de esclavitud”.
No quiero decir mucho más de una película que busca sorprender y lo consigue. El mayor favor que creo que puedo hacerla es no hablar demasiado de su argumento, y por supuesto, recomendarla, desde el compromiso de que se lo pasarán muy bien pasándolo algo mal.