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Paridad vs. Imparcialidad

Carmen Calvo.

Carmen Calvo. Efe

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Paridad: nueva parida (despropósito, simpleza) progresista consistente en hacer trampa para colocar en un puesto de responsabilidad a una persona por el mero hecho de ser mujer. Tan injusto como colocar a un hombre a dedo por su condición de género. Me parece a mí que una injusticia no se arregla con otra. Si de verdad se busca la equidad, la objetividad, tendremos que abogar por la imparcialidad, valorando a las personas por sus aptitudes dejando de lado el género al que pertenezcan.

Es de sentido común defender la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres y la equiparación de salarios cuando se desempeñan las mismas funciones dentro de una empresa, ya sea pública o privada. Ahora bien, imponer quién debe de ocupar un puesto de responsabilidad para conseguir los objetivos de rentabilidad, competitividad y por ende de mantenimiento de puestos de trabajo, tanto de hombres como de mujeres, puede rayar la injerencia del Estado en los consejos de administración de las empresas privadas, los cuales, por otra parte, gestionan sus propios recursos que no son ilimitados.

Pero claro muchos políticos que han desarrollado su vida “profesional” dentro del partido o en la administración pública como mucho, véase la propia vicepresidenta actual Carmen Calvo, no saben que los consejos de administración de las empresas ya están formados, por pura supervivencia, por aquellas personas que se consideran más válidas. Y si España aún no llega a los niveles de cuota de mujeres ejecutivas de otros países puede ser por el hecho de ser más joven en democracia y por lo tanto por la incorporación más tardía de la mujer a los estudios y al mundo laboral, especialmente al de alta responsabilidad.

Estos días se está hablando mucho del programa-concurso ¡BOOM! pues se ha convertido en líder de audiencias en su franja horaria con los beneficios económicos que ello conlleva. Achacan ese éxito al equipo masculino de Los Lobos cuyos componentes se han ganado al público por su idiosincrasia, amistad, complicidad, compenetración y conocimientos de cultura general batiendo varios de los récords en el programa y emulando a otro equipo masculino carismático: Los Rockampers.

Si el gobierno aplicase ahora mismo la ley de paridad y la extendiese a los programas-concurso, el equipo de Los lobos se vería obligado a deshacerse o mutar, perdiendo su esencia, con la consiguiente y muy probable bajada de audiencia del programa, ingresos por publicidad para la cadena e impuestos para el Estado.

Por lo tanto para conseguir los objetivos de cualquier empresa, éstas han de estar dirigidas por equipos formados por personas cualificadas que se complementen y compenetren sin que el género sume ni reste para formar parte de dichos equipos.
Una vez más vemos una propuesta donde no se habla de educación que en este caso sería en la imparcialidad para que el paso del tiempo vaya actuando, sino de imposición de la paridad a marchas forzadas lo que puede traer rechazos y otros efectos secundarios no deseados.