Parece que hoy el PP tiene un aliado muy poderoso. Les sonará raro, incluso inverosímil, pero ahora mismo el principal candidato del Partido Popular no es Feijóo, ni es Soraya y ni mucho menos Cospedal, es el propio Sánchez.
El nuevo Presidente se ha echado a las espaldas el bipartidismo y con la avenencia del PP está creando una ficción de debate o mentira del diálogo para recuperar un espacio de polarización política e intentar pescar en río revuelto, río que fluye por el centro actualmente y que deja la escoria en ambos márgenes. El objetivo de Sánchez pasa por crear una barrera central para que ambos laterales recuperen la corriente de antaño, llegando a polarizar la opinión pública en malos, buenos, buenos y malos, en rojos y azules y viceversa. Así podrá aspirar a recuperar el mensaje o mantra socialista, (que siempre fue falso), de ser los garantes de los derechos sociales.
La situación actual de luna de miel que el Consejo de Ministr@s “raining stars” ha provocado, y que esconde la mayor y más triste de las temerarias imprudencias de creación política improvisada y de papel cuché, se va a ir terminando con la demostración de que no hay proyecto, solo vanas reacciones viscerales de personas que, más allá de su popularidad, poco tienen que aportar a la política nacional.
Lo grave comenzamos a verlo en las pocas políticas realizadas en estos pocos días. Renuncia al control de las cuentas catalanas, contradicciones en fiscalidad y lo que te rondaré morena.
Sánchez, entre Génova y Ferraz.