Blog del suscriptor

Libres de plomo

  1. Blog del suscriptor
  2. Opinión

Nombrar a un Policía Nacional o un Guardia Civil en activo, y especialmente a los jubilados, los años de plomo les hace recordar y revivir tiempos en los que para ser funcionario de estos cuerpos se requería superar con vida la horrible prueba de estar destinado en el País Vasco y Navarra cuando ETA mataba prácticamente a diario.


Superada ya esa época, gracias a todos los que dieron su vida y su esfuerzo para acabar con ETA, hoy en una comunidad vecina comienzan a verse los primeros brotes de odio que generaron tantísimo dolor en aquellas tierras. En Cataluña ya llegan testimonios de miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que hablan de odio, de exclusión, de incluso racismo y de actos que comienzan a afectar psicológicamente a estos funcionarios y sus familias. Para prueba el caso de señalamiento hecho por profesores de un menor por ser hijo de un Guardia Civil, ciertamente preocupante.


No son pocos los que comienzan a solicitar cambios de destino ante los problemas de convivencia que se están sucediendo. Un catalán independentista hijo de Policía Nacional que vivió en el País Vasco en los años de plomo me trasmitió una frase que me hizo reflexionar profundamente sobre lo que puede llegar en esa comunidad. Me dijo:


“Lo que hoy viven los Policías Nacionales y Guardias Civiles en algunas partes de Cataluña se parece muchísimo a lo que vivió mi padre en el País Vasco, sólo que sin muertos”.


Viendo ya los primeros brotes de las semillas del odio, es de inconscientes y de necios no tomar medidas para proteger y hacer respetar a estos servidores públicos y sus familias. No se trata de sacarlos de ahí, quizás sea cuestión precisamente de lo contrario. 


La intervención de una autonomía por primera vez en nuestra historia constitucional no debe dejar abiertas heridas de odio que sangran mientras los cirujanos se preocupan sólo de cobrar sus nóminas. 


Ha costado mucha sangre y dolor crear el Estado de Derecho que hoy nos protege a todos, que no sea en vano.