El miércoles de Semana Santa del año 2018 ha caído en 28 de marzo. Se cumplen 174 años desde la fundación del Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil. Desde entonces a la fecha sus agentes cumplen fielmente con la Ley, por encima de “caprichitos” de la clase política, aun perteneciendo todos al mismo orden natural de humanos. Sí, los políticos son humanos, pese algunas de sus decisiones. Las comparaciones son odiosas. A fe que es cierto y más con los avatares diarios en este hermoso país llamado España. La paciencia del Santo Job decían era casi infinita. En breve, los libros de historia recogerán la capacidad de los españoles como algo difícil de cuantificar.
Nuestro lugar de nacimiento y residencia, a lo largo y ancho de 52 provincias, 2 ciudades autónomas y 17 comunidades es heredera de la tradición católica, apostólica y romana. De hecho, mal que les pese a quienes se acogen a la democracia para insultar, menospreciar e intentar vapulear las costumbres de siglos y siglos, todo “quisqui” se pilla unos días feriados para realizar actividades lúdico festivas. Sin entrar a discutir las grandezas de recetas tradicionales gastronómicas, como torrijas o buñuelos, moñas o huevos de pascua, churros o leche frita, cuyos mejores resultados son los propios de las madres de antaño. Ahí, en ese punto, los españoles nos ponemos de acuerdo.
La vida nos ha llevado a muchos a abandonar el lugar de procedencia, buscando nuevas oportunidades laborales. Dejamos atrás los pueblos o ciudades, donde volvemos con nuestras familias, compaginando norte o sur, este u oeste, dado que no siempre compartimos familia y origen. España sigue siendo maravillosa. Campos, montañas, ríos con agua -este año ha llovido como si no tuviéramos donde acoger ese líquido elemento-, y costas donde descansar de la ajetreada labor diaria.
Recuerdo a un Capitán de la Guardia Civil en 1991 nos decía:
-Aquí se libra de lunes a viernes. Los compañeros de la Agrupación de Tráfico, cuando más Servicio tienen y la gente puede precisar su ayuda, trabajan los días claves de las Operaciones Salida y Retorno. No somos políticos, ni gentes de raro vivir -decía con su gracejo gallego.
Nosotros no estábamos en la Agrupación; él venía de ella. Pero nuestros días de más Servicio estábamos al pie de la carretera y zonas rurales de esta España de todos, llenos de orgullo para ayudar al resto de ciudadanos, si ello fuere preciso.
La Comunidad Autónoma de Cataluña lleva unos meses molestando una parte de los ciudadanos a la otra; más que molestar, delinquen. Los políticos, una parte significativa de ellos, especialmente los dirigentes, están incurriendo en delitos de malversación de fondos públicos, desobediencia a sentencias de los tribunales de justicia, rebelión, incluso algunos vemos varios incursos en sedición.
”Grupetes” de radicales, con aviesa intención de fastidiar al resto de trabajadores y usuarios, se concentran en las vías de comunicación terrestre o ferroviaria. Unas 50 personas -parecerían especies del género ovino-, montan obstáculos en carreteras. Actos de sabotaje, rompiendo las defensas de protección; colocan e incendian neumáticos sobre el asfalto. En ambos casos, si los agentes de la autoridad cumplieran con su trabajo de acuerdo a la ley, deberían identificar al autor o autores de los hechos: las defensas cuestan unos buenos euros. Tras la quema de las gomas, el asfalto también arde y se formarán unos buenos socavones. ¿Cómo se frenó el “terrorismo callejero” de las provincias vascongadas? Tocando el bolsillo a los progenitores de los delincuentes. ¡Ahí se conoce a los “robolucionarios” de mierda! ¿Sale todo gratis?
El país, nuestro hermoso territorio, una parte de él, se encuentra semi secuestrado por bandas de delincuentes a diferentes niveles. Es paradójico ver a unos agentes de policía autonómica, bien vestidos, dotados de los medios más actualizados para ejercer su profesión, con unos sueldos un 30% mayor que aquellos agentes estatales, en serias dudas de colaboración con los delincuentes. Sí, con todos, a cada cual en su medida. Unos en reuniones con los dirigentes políticos; otros, permitiendo las algaradas en las carreteras de una Comunidad Autónoma intervenida por el Gobierno de España, con toda la razón del mundo y de la ley.
Es en estos momentos cuando se necesita mando firme del rigor del dirigente, que conceda a todos los ciudadanos la libertad de deambular por todas las vías de comunicación cumpliendo la ley. Pero el calendario juega en nuestra contra: ha llegado la Semana Santa. El Presidente se va a descansar del arduo “trabajo” a su lugar de origen.
A diferencia de los miembros de la Guardia Civil que, cuando se les necesita acuden o están presentes en los momentos de mayor intensidad circulatoria en las carreteras; otros se las “piran” para vacacionar.
Felicidades a todos los agentes en el 174º Aniversario.