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La estrella de Oriente

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Hace dos mil años la estrella de Oriente guiaba hacia Belén a sus Majestades Reales para visitar a un niño huido de Egipto y refugiado en un mísero pesebre junto a su familia. La estrella de Oriente señala en el siglo XIX, a los refugiados que se acumulan en las puertas de Europa, en los campamentos de Lesbos o en la frontera de bosques que limita con Bulgaria, esperando un recibimiento justo y caritativo, ese que no tuvo en niño de Belén. El crudo invierno sacude estas zonas. Tiendas de campaña sepultadas por la nieve. Condiciones de miseria para casi 7000 mil personas, en sólo uno de estos campamentos. La imagen de la tragedia de los refugiados en el Egeo ha cambiado el azul casi negro de las aguas que engullen náufragos, al blanco helador del frío que azota Europa.

El plan de acogida a los refugiados ha sido un completo fracaso y una vergüenza para la Europa desarrollada. En el caso español, de 17.000 refugiados que nuestro país se había comprometido a acoger en 2015, sólo han sido atendidos 1.900. En agosto de 2015, Angela Merkel afirmaba: "Si Europa fracasa en la cuestión de los refugiados, si se rompe el estrecho lazo con los derechos civiles universales, ya no estaremos ante la Europa a que aspirábamos". Se puede colegiar fácilmente cual ha sido el resultado. La deportación del Gobierno de Mariano Rajoy de decenas de refugiados encerrados en el recinto carcelario de Archidona confirma la tragedia y el desdén de la administración hacia estas personas. Un suicidio sin esclarecer paralizó la expulsión masiva. Aún permanecen 300 personas en esta futura cárcel en condiciones infrahumanas.

Hay un problema de memoria histórica, de la memoria histórica colectiva en el imaginario de los pueblos en estas situaciones. Ya no nos acordamos de los miles de españoles republicanos refugiados en Francia, huidos de una contienda civil en los años 30, en unas condiciones muy parecidas sobre los campos de Argelès-sur-Mer.

Cabe recordar que estas personas tienen el derecho político de ser atendidas por otros Estados, derecho de asilo, como así lo ratifican la Carta de las Naciones Unidas y la mayoría de las constituciones europeas son atendidas por ONGs, que cumplen un trabajo encomiable pero se ven solos cuando no agredidos ante situaciones de riesgo. ¿Y los gobiernos? ¿Y los estados? La estrella de Oriente señala con claridad este año a las puertas de Europa.