Finalizado el año 2017 se nos ha olvidado dado dar las gracias a unos miles de personas. Será por la costumbre de olvidar esa noble virtud de la educación, donde la primera palabra para dirigirse a un semejante es “por favor” y la última “gracias”. Ahora, en este mundo tecnológico, donde utilizamos nuestros dedos en pantallas, a diferencia de hablar a las criaturas situadas a menos de un metro de distancia, nos hemos vuelto más insensibles.
Recuerdo la infancia en Valladolid viendo pasar locomotoras diésel, arrastrando vagones y vagones, cargados de turismos de la fábrica Renault o contenedores de mercancías. Esas máquinas diésel-eléctricas construidas entre 1965 y 1970 bajo licencia ALCo tenían 2.180 cv de potencia; se pintaron en color verde oliva, con unas franjas en amarillo, quizá reflejando el dorado del honor y el sol. Su función era llevar mercancías de un lado a otro con seguridad, firmeza, la tranquilidad de llegar siempre a su punto de destino.
Este año finalizado nuestros agentes de la Guardia Civil han sido enviados, junto con los hermanos del Cuerpo Nacional de Policía, a cumplir y hacer cumplir la ley en la Comunidad Autónoma de Cataluña. Allí, donde una parte de su clase dirigente se alzó en rebeldía, con el poder y el dinero del resto de ciudadanos, contra aquellos que no comulgan con sus ideas.
Se hizo frente a las numerosas personas que trataron de evitar cumplieran con la órdenes recibidas. Algunos de ellos, uniformados y recibiendo un sueldo del Ministerio del Interior superando un 30% como mínimo, llenos de deshonor, faltando al cumplimiento de la Constitución Española de 1978 como Norma Fundamental, ahora habrán de rendir cuentas ante la Justicia. El Cuerpo de los Mozos de Escuadra debe depurar a aquellos que deshonraron su uniforme; limpiar sus filas, descastar a los traidores y, si no se ven capaces, deberán poner fin a su Servicio en él.
Unos cuantos de ellos han vuelto a manifestar su odio contra la nuestros hermanos de azul y verde. ¿Qué podríamos decirles a esos mequetrefes? Nada, silencio, tranquilidad; paso corto, vista larga. ¿Quiénes creen que somos nosotros?
Se está efectuando investigaciones y análisis de documentación. Algunos de ellos se intervinieron en las diferentes consejerías dependientes del gobierno de esa Comunidad Autónoma; otros, a bordo de furgonetas conducidas por Mozos de Escuadra, se dirigían a una incineradora para ser destruidos. Tranquilos, no se preocupen los muchachos de allá; acá se están leyendo, revisando y completando para reunir pruebas suficientes contra los delincuentes. Lleva su tiempo, somos constantes, seguros y, a diferencia de ustedes, con sus horteras chisteras de uniforme, leales a la Ley. ¿Piensan que desfalleceremos? Ni de coña, disculpen por el formato coloquial, pero también nosotros sabemos expresarnos de manera distendida.
Pondría un ejemplo más de la perseverancia de los hermanos con uniforme en verde oliva. Hace más de 490 días desapareció la joven Diana Quer en un pueblecito de Galicia. Cada una de esas fechas se ha conservado la búsqueda por los agentes de la Unidad Central Operativa -UCO- del cuerpo de ella y de los culpables de su desaparición. Si bien se tenía muchas sospechas sobre un individuo, no se podía concretar una acusación fiable contra él.
Unos días atrás, tras el intento infructuoso de un secuestro a otra joven, se desplazaron allí los miembros del Grupo de Personas de dicha Unidad. ¿Vacaciones? ¡Venga allá! Aquí se trabaja. Acudieron a detener al tipo y a su esposa. Después de arduos interrogatorios se desmontó la versión dada por su esposa, quien será acusada como encubridora -probablemente- en fechas próximas.
Esa alimaña se derrumbó, confesó el crimen y la localización exacta del cadáver de la joven. La autopsia determinará las causas de su fallecimiento. Junto con ello, los hermanos de UCO, proporcionarán todas las pruebas y reconstruirán cómo, quién y de qué medios se valió el criminal y sus ayudantes para ser puestos a disposición judicial.
La Operación Copérnico y la resolución de este caso son dos puntas del iceberg que supone el Servicio diario en todos y cada unos de los rincones, no ya de nuestro país, sino de otros donde son enviados como refuerzo en Misiones de la ONU o para instruir a otras policías.
-Diésel, somos lentos y rápidos si hace falta, en caso de necesidad. Avanzamos lento, seguro, paso corto, firme y vista larga: la Guardia Civil avanza.
Verde oliva de uniforme, dorado de nuestros emblemas, forman una perfecta sintonía de un agente en pos de resolver los delitos a los que se enfrenta. Un amigo me envío la siguiente felicitación:
-Año fuerte el que dejamos, mala pinta trae el que se aproxima. Tocará apretar los dientes. Pero, con gente como vosotros, saldremos de ésta con brío. ¡Feliz 2018!
Queridos Policías Nacionales y Guardias Civiles, hermanos todos, gracias por nuestro Servicio, ejemplo y trabajo. Si fuera fácil, llamarían a otros.