El Real Madrid pierde el derbi, que todos entendemos como si fuera una guerra civil entre España y Cataluña. Si gana Cataluña se merece la independencia. La toma de posesión de Puig, virtual, es la continuación de la rueda de prensa por plasma.
La mente se nos va y divaga entre las trincheras del Bernabéu y el holagrama del Puig. Lo más de lo más Tabarnia que es la prueba del nueve de que la independencia es imposible aunque Cataluña gane la batalla futbolística semestral. Twitter, Facebook y otras redes nos mantienen ocupados dando respuestas a imágenes de perfiles imposibles que en la realidad no existen, pues sus opiniones y contradicciones se exageran en lo virtual.
Los problemas cotidianos, la carta del banco, del Corte Inglés, citación del juzgado, asistencia a urgencias, gastos imprevistos, etc... Y mientras sabemos que el salario medio de los jóvenes está por debajo de la pensión media, aunque el joven esté sobradamente preparado, que la pensiones se endurecerán hasta obligarte a estar en el trabajo con tantos años que tendrán que poner sala de velatorio en los ministerios, la corrupción, cualquier bombazo mediático, la lotería (están las administraciones con colas), o aparecer en los puestos de salida de cualquier parlamento son las formas de resolver la vida con garantías.
Pero estamos entretenidos que es lo no puede faltar, será porque si nos paramos podemos pensar y si en cualquier momento nos hacemos cargo de las noticias de las mujeres asesinadas, victimas de accidentes, situación de urgencias, de las nulas cotizaicones de la mayoría de los jóvenes, se nos helaría la sensibilidad y las emociones nos axfisiarían. Pero Cataluña va bien y el procés que habría que sacar un cómic por entregas. Va va algo importante y la junta de Andalucía acaba de aprobar el teletrabajo de los funcionarios, no por convicción sino por fastidiar al PP.