El 21 de diciembre hay elecciones, plebiscitarias para unos, autonómicas para otros. Dentro de la vorágine en la que nos hemos encontrado todos, fundamentalmente los que vivimos en Cataluña casi de casualidad, en mi modesta opinión considero que es la solución menos mala si solo se quiere abordar el problema en el corto plazo. Con lo poquito que he vivido, mi intuición me indica que las soluciones a este problema solo vendrían con actuaciones a largo plazo, pero estamos en España, un país con la vista siempre puesta como mucho en las próximas elecciones. Por tanto tendremos que alabar que al menos se busque la menos mala de las soluciones a corto plazo.
Pero, con todo y con esto, cuando se escoge un camino como este es interesante realizar un ejercicio de plantearse los diferente escenarios posibles que se podrían dar tras el recuento de votos. ¿Se lo habrá hecho el gobierno? ¿Tendrá respuestas?
Si el bloque constitucionalista, i.e. Cs+PSC+PP, obtiene una mayoría absoluta con la suma de sus escaños. ¿Caso cerrado? ¿Los otros dos partidos apoyarían al que más escaños obtuviera de los tres? ¿El PSC de anteriores tripartitos con ERC formando tripartito con PP?
Y si hace falta el apoyo del otro partido no independentista (habría que ver este supuesto no independentismo), ¿Podem se aliaría con el bloque constitucionalista? ¿Lo haría con ERC?
¿Y si ERC acepta la propuesta de Podemos (el de Pablo Iglesias, no el catalán) y se hace piña con PSC? ¿Ese gobierno qué busca? ¿Independencia? ¿Tercera vía? ¿Alguien sabe cuál es la tercera vía?
¿Y si Podem no es un Podem sino que son más de un Podem? Uno constitucionalista, otro soberanista, otro independentista, ¿por ejemplo?
Y si, por lo que saca a la luz el CIS catalán, ¿hay triunfo de nuevo del independentismo catalán? ¿Habrá declaraciones de independencia fallidas y artículos 155 con sus respectivas elecciones hasta que el resultado cambie?
Y yo, aun así, creo que sigue siendo la menos mala de las soluciones. Pero me temo que los que la han planteado se han dibujado unas expectativas, que de no cumplirse, dejan al Gobierno de España vacío de ideas. Y eso, tanto para Cataluña, como para el resto de España, se anuncia peligroso.