Yo y muchos como yo hemos sido marionetas en la educación infantil, adoctrinados en la educación primaria y confirmados en la educación secundaria.
La HISTORIA era la realidad falseada a gusto de los educadores responsables sin posibilidad de contratar los conceptos, los sucesos y las causas... pero los GARANTES de la educación convirtieron su responsabilidad en sillones silenciosos, para sereno descanso de sus titulares.
La GEOGRAFÍA nos era dibujada y recolocada. Ríos y afluentes, cordilleras y montañas bailaban la sardana política del balanceo, sí pero no, no pero sí. Los ríos caminaban políticamente y las montañas juraban fidelidad fronteriza... pero los GARANTES seguían descansando, con dietas y kilometraje.
La LENGUA modificó los conceptos y pasó a instaurar el derecho de pernada moderno. La lengua catalana se convirtió en señor feudal con derecho a elegir... el castellano se convirtió en el siervo forzado y obligado... el latín utilizó el momento y se recolocó en la sacristía, obediente... Eso, sí, cuando había que comer todos pedían en castellano... pero los GARANTES de la lengua común permitieron hacer un “Babel” antes que bajarse del sillón.
Las MATEMÁTICAS asumieron la responsabilidad de enseñar a repartir catalanamente, es decir, todo es de todos pero que cada uno coja lo que pueda, si puede. Dos más dos ya no serían cuatro sino lo que diga el Govern.
Cuando yo y aquellos que comenzaron conmigo la guardería llegamos a la universidad no éramos estudiantes con deseo de futuro sino muñecos teledirigidos ideológicamente. Por favor, ¡contemplen las manifestaciones! Somos todos jóvenes, los famosos muñecos marionetizados.
¡Viva la República Catalana! por culpa de las políticas y de los políticos interesados y por culpa, también, de aquellos, calienta sillones, que no fueron capaces de parar tanta mentira.