Mariano Rajoy Brey

Ambición, osadía o ambas cosas

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una imagen de archivo.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en una imagen de archivo.

El presidente Rajoy, desde hace unos meses y cuando la ocasión es propicia, no tiene el más mínimo recato en decir que se encuentra "en plena forma" para presentarse y ganar unas nuevas elecciones. De ahí que destacados dirigentes del partido ya han recibido instrucciones para presentar batalla al finalizar el verano contra Ciudadanos, a cuenta del polémico punto 96 del bloque de medidas incluidas en el acuerdo de investidura, mediante el cual quedó establecido que, quien haya ostentado durante ocho años consecutivos el cargo de presidente del Gobierno no podrá optar a la reelección. 

Como era de esperar, el partido de Albert Rivera desde un primer momento ha mostrado su total desacuerdo con semejante pretensión alegando que los pactos están para cumplirse, exigencia que pondrán sobre la mesa en el próximo periodo de sesiones parlamentario. No es de recibo que siendo los populares la formación más exigente en el cumplimiento de las normas, su comportamiento refleje todo lo contrario, haciendo acopio de argumentos para defender las presuntas intenciones de su líder.

Como sucede siempre en el PP, la pléyade de pelotas oficiales, unido a medios afines y tertulianos agradecidos apoyarán el proyecto con la esperanza de que Rajoy sea candidato para las próximas generales y los obedientes políticos mantengan sus pingües canonjías. No obstante, existe otro colectivo minoritario, más sensato, que sin manifestarlo públicamente se decanta por la renovación, aunque solo lo comentan con sus íntimos.

Como es lógico y a nivel de votantes y militancia, la opinión está más dividida contemplándose otros nombres como es el caso de Alberto Núñez Feijoo y Cristina Cifuentes, una segunda fila como Soraya Sáenz de Santamaría, y como no, la ambiciosa Cospedal García, aunque ésta tenga escasas posibilidades.

Resulta curioso que un político como Rajoy, que su día se comprometió a permanecer  tan solo ocho años en el Gobierno, siguiendo el ejemplo de José María Aznar, y  apodado tiempo atrás como Mariano I el Breve por las dificultades sufridas en la primera legislatura, algo superado hasta por el insólito y desdichado contador de nubes, Jose Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), no solo pretenda mantenerse como inquilino de La Moncloa 8 años, sino que incluso aspire a gobernar este país durante 12 años consecutivos.

Esto no diría mucho en favor de los caballeros aspirantes, el socialista y plurinacional Pedro Sánchez y el resentido podemita, Pablo Iglesias. Pensándolo bien y tal como está actualmente este país nuestro, sin olvidar las pretensiones secesionistas catalanas de Puigdemont, Junqueras, etc, puede ocurrir cualquier cosas...¡Tiempo al tiempo!