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Francisco, “peregrino entre los peregrinos” de Fátima

Peregrinos en Fátima en una imagen de archivo

Peregrinos en Fátima en una imagen de archivo Reuters

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Cumpliendo una tradición que comenzó en 1967 con Pablo VI, Francisco llegará el próximo sábado al santuario de Cova da Iria como “peregrino entre los peregrinos de Fátima”, para ponerse a los pies de la Virgen a quien los obispos portugueses consagraron el nuevo pontificado el 13 de mayo de 2013, dos meses después de que fuera elegido.

Ahora, cuatro años después, viene el Papa a encontrarse con la Virgen en la Cova da Iría con la misión de canonizar a los pastorcillos Francisco y Jacinta en el día en que se cumplen cien años de la primera aparición de Nuestra Señora en Fátima. El obispo de Leiria-Fátima, D. António Marto, ha declarado que el centenario de las apariciones “no estaría completo sin la canonización” de Francisco y Jacinta.

El Papa Francisco llegará a Monte Real el día 12 por la tarde y a las 18:15 hará una oración en la capilla de las apariciones, antes de ir a la Casa de Nuestra Señora del Carmen, donde se hospedará. Por la noche, presidirá el rezo del Santo Rosario y asistirá a la “bendición de las velas”, de nuevo en la capilla de las apariciones.

Al día siguiente, Francisco visitará la basílica de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, donde se encuentran las tumbas de los tres videntes, Francisco, Jacinta y la sierva de Dios Lúcia. En seguida presidirá la misa de canonización de los pastorcillos y de conmemoración del centenario de las apariciones.

Será muy breve su estancia en el país –menos de 24 horas–, pero tendrá tiempo para reunirse con el presidente portugués Marcelo Rebelo de Sousa y el jefe del gobierno, António Costa.

En 2010, al despedirse de los peregrinos que le escuchaban en el santuario de Fátima, Benedicto XVI había declarado: “Dentro de siete años volveréis aquí para celebrar el centenario de la primera visita de la Señora venida del Cielo, como maestra que introduce a los pequeños videntes en el conocimiento íntimo del amor trinitario y los conduce a saborear al mismo Dios como el hecho más hermoso de la existencia humana”.

Desde entonces, en muchas parroquias y comunidades del país, empezó una dinámica de preparación de las celebraciones de este año en sus diversas vertientes –espiritual, cultural y social– con el objetivo de difundir el mensaje de Fátima y la relevancia de las apariciones a nivel nacional e internacional.

Transformado en un lugar de peregrinación para católicos y no católicos, e incluso creyentes y no creyentes, Fátima sigue siendo uno de los santuarios más visitados en el mundo. El rector del santuario, el Pe. Carlos Cabecinhas, espera que la ciudad albergue hasta 800.000 peregrinos durante las celebraciones de los días 12 y 13, y el caso es que las reservas en los hoteles de la ciudad quedaron pronto agotadas. En 2015 y 2016 el número de visitantes al santuario de Cova da Iria ha llegado a los seis y siete millones, cifras que el gobierno portugués espera ver superadas tras la visita del Papa.
La creciente internacionalización de Fátima se explica a través de la atención que le han dado los Papas, expandiendo su influencia a escala global y promocionando la convivencia de personas, grupos y estilos religiosos muy diversos. A partir de todo este movimiento plural, a lo largo de décadas, Fátima se transformó en un fenómeno mundial de devoción popular.